El 75% de las empresas creen que la sociedad sin efectivo será una realidad en menos de una década
El cierre de sucursales bancarias y cajeros automáticos en los últimos meses han acrecentado las dificultades para obtener dinero físico. A esto se ha sumado la pandemia del Covid-19 y las restricciones, que han incrementado el uso de la tarjeta cavando la tumba del efectivo. ¿Se cumplirán las profecías que apuntan a que el dinero en metálico acabará desapareciendo más pronto que tarde? La gran mayoría de las empresas, tanto en Europa como en España, no le dan más de una década.
Una sociedad sin efectivo podría estar más cerca que nunca. Y es que hasta un 75% de las entidades españolas cree que en diez años como máximo nos encontraremos con un mercado donde el dinero físico apenas tenga presencia. Así se extrae del último 'Informe Europeo de Pagos' de Intrum, donde un 5% opina que esto ocurrirá en los próximos dos años, el 12% en cinco años y el 58% en diez años. El 25% restante prevé que más adelante o nunca.
La media europea sería similar al porcentaje español y al de regiones como Reino Unido (75%) y muy cercano a las cifras obtenidas en Francia (76%) o Italia (77%). A nivel europeo se puede concluir que la creencia de la desaparición del dinero en efectivo durante la próxima década es generalizada en los 29 países analizados para este estudio, especialmente en Rumanía (82%), Bulgaria (81%) o Alemania (79%), donde un alto porcentaje de empresas realizan esta estimación. Por debajo del ranking quedarían países como Croacia (68%), Bosnia (71%) o Portugal (72%).
¿Ha tenido algo que ver en esto la pandemia? Parece ser que sí. Así lo aseguran al menos el 46% de las compañías encuestadas. "A raíz de la crisis sanitaria, un gran número de entidades ha optado por reforzar sus herramientas de pago vía online para facilitar a sus clientes la adquisición de productos o servicios, mitigando así el riesgo de caída de la demanda. Esto ha acelerado la llegada de una sociedad sin efectivo", explican desde la plataforma.
Según la última 'Encuesta nacional sobre el uso del efectivo' elaborada por el Banco de España, el efectivo se ha visto afectado durante la pandemia, pasando a colocarse en un segundo lugar, tras la tarjeta de débito. Durante el año pasado, solo el 36% de los españoles usó el dinero en metálico como forma de pago habitual. No obstante, el efectivo aún se mantiene como el medio más usado entre los mayores de 64 años y las personas de entre 18 y 24 años. Además, un 2,5% de la población declaró que había dejado de usar el efectivo por motivos de higiene a causa de la pandemia.
En 2020, también descendió notablemente el umbral a partir del cual se prefiere usar la tarjeta al efectivo: de una media de 106 euros a 52 euros. Más del 54% elige la tarjeta de débito como su preferida para abonar sus compras.
Junto al auge de las vías digitales de pago se está produciendo una importante disminución de los puntos de acceso a efectivo, lo que estaría reforzando la previsión de que el efectivo desaparecerá. En la última década, el número de oficinas bancarias ha disminuido cerca del 50% y el total de cajeros automáticos se ha reducido un 20%, lo que ha provocado que alrededor de 1,3 millones de personas se encuentren en una situación complicada para obtener dinero físico, según datos del Banco de España.
"La transición del efectivo al dinero digital es un hecho. Sin embargo, aunque su llegada podría suponer grandes beneficios como el ahorro de costes, la facilidad en la gestión financiera o la reducción de la huella medioambiental por el ahorro de recursos y gasto de papel, también traería otras muchas consecuencias negativas. Entre ellas, el incremento del ciberdelito, el gasto excesivo, el aumento de la exclusión social o, en el caso de las empresas, una mayor amenaza para los minoristas", opinan.