El ahorro en depósitos marca cifras récord pese a la nula rentabilidad y la inflación

Según los datos del Banco de España, ha crecido un 4,8% en un año, hasta los 943.700 millones

Irene Hernández
Bolsamania | 30 dic, 2021 06:00 - Actualizado: 10:33
ep depositos y fondos de inversion rivalizan para rentabilizar el dinero de los ahorradores
EUROPA PRESS - Archivo

Los españoles parecen dejar de lado la alta inflación y la nula rentabilidad que ofrecen los depósitos actualmente. Nunca el ahorro acumulado por los hogares se había destinado tanto a este producto. El dinero depositado no ha parado de crecer desde el inicio de la pandemia del Covid-19.

Los últimos datos del Banco de España sitúan en los 943.700 millones de euros el importe del ahorro de las familias en depósitos, registrando un incremento en noviembre del 4,8% respecto a hace un año. Durante el penúltimo mes, los hogares elevaron su ahorro acumulado un 0,2%. Pero si las cifras se comparan con justo antes de que se decretara la pandemia, la cifra de depósitos custodiados por los bancos españoles ha aumentado en 92.200 millones de euros, frente a los 851.500 millones de euros de febrero de 2020.

Pero esta opción no parece ser la más recomendable, puesto que lo que muchos consumidores ahorraron durante el confinamiento se lo está comiendo el incremento de la inflación y el hecho de dejar los ahorros en cuentas corrientes sin rentabilidad. Las estadísticas del Banco de España reflejan que la rentabilidad de los depósitos ha caído un 98% en la última década, lo que supone que para que un ahorrador consiga obtener lo mismo que hace diez años hoy tiene que invertir hasta 100 veces más.

A modo de ejemplo, si hace poco más de una década la banca pagaba de media 500 euros brutos por cada 10.000 euros invertidos a un año, ahora los intereses se reducen a 5 euros. Un duro golpe para el bolsillo del ahorrador más conservador. Según la serie histórica del organismo, hace una década, la rentabilidad media de los depósitos era del 2,74%, si nos fijamos en el dato concreto de septiembre de 2011. Unos años antes, en 2008, llegó a superar el 5%. Sin embargo, en septiembre de este año, fue del 0,05%.

Además, las opciones de encontrar rentabilidad a través de este producto entre las entidades españolas son prácticamente nulas. Más aún cuando en los últimos meses las rebajas de rentabilidad se han ido sucediendo. Tanto que algunos bancos ya comercializan depósitos con rendimiento 0. Otros, directamente los han eliminado de su escaparate de productos después de su baja aceptación dadas las mínimas rentabilidades. "La situación es tan crítica que varios bancos ya penalizan a los ahorradores trasladándoles los tipos negativos o mediante comisiones de custodia de saldo si sobrepasan cierto límite y no mantienen un grado mínimo de vinculación con la entidad", advierten desde el comparador financiero HelpMyCash.

Eso sí, aquellos ahorradores que se nieguen a renunciar a la protección con la que cuentan los plazos fijos pueden encontrar mejores oportunidades en otros países de la Unión Europea (UE). Algunos bancos de los países vecinos pagan rentabilidades cercanas al 1% TAE, muy superiores a las de los productos españoles, con la ventaja de que también están protegidos por un fondo de garantía. No permiten esquivar totalmente los efectos de la inflación actual, pero como mínimo permiten suavizarlos y perder menos poder adquisitivo.

Pese al récord de los depósitos, teniendo en cuenta que la inflación va en aumento y que la remuneración de los depósitos ha pasado a ser mínima o nula, muchos ahorradores españoles se plantean pasar a ser inversores. Según datos del Banco de España, el ahorro de las familias ha ido en aumento, sobre todo durante los meses de confinamiento, que potenciaron que se situara en máximos. Por su parte, las inversiones en fondos también han crecido, alcanzando su nivel más alto y representado ya un 15% del ahorro particular.

"Apostar por los fondos de inversión, la bolsa o por otros activos más exóticos, como las criptomonedas, puede ayudar a esquivar los efectos de la inflación y puede servir para diversificar los ahorros. Pero la realidad es que igual que se puede ganar, se puede perder", apuntan, añadiendo que, además, "estos activos, cuyo capital no está garantizado, pueden no ser adecuados para aquellos ahorros que se vayan a necesitar a corto plazo o para el llamado colchón de emergencia, al que se recurriría en caso de un imprevisto".

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