|
Short Term
|
Long Term
|
Support
|
|
|
Résistance
|
|
|
BANKINTER.
Enfrentamos dos semanas francamente intensas: Papandreou ha cancelado su viaje a Washington (que iba a extenderse de lunes a viernes) ante los escasos avances del fin de semana; hoy el equipo técnico de la Troika realiza un
conference call con Grecia para tratar la liberación del siguiente tramo de asistencia (8.000 millones de euros); mañana se reúne Barroso (CE) con Berlusconi (Italia); el viernes/sábado hay asamblea del FMI y reunión de los BRIC en paralelo para decidir cómo articular formas de ayudar a Europa (probablemente aumentando sus reservas en euros); y de lunes a jueves el Parlamento Alemán debate sobre la ampliación y flexibilización del Plan de rescate o EFSF, para pasar a votarlo el 29/9. Además, tenemos un
frente macro intenso (mañana ZEW, pasado ventas de casas americanas y reunión de la Fed, y el viernes Indicador Adelantado americano) y hay dos
subastas de periféricos, ambas de letras: España mañana y Portugal pasado.
Creemos que los desenlaces de las reuniones políticas determinarán el momento y las condiciones del default de Grecia, quedando la macro relegada a un segundo plano. Las emisiones periféricas se colocarán con algo más de tensión, dependiendo de la intervención directa del BCE. Seguimos pensando que
Grecia hará default (aunque el canje de bonos que se negocia estos días ya supone un
default del 21%), ya que su única posibilidad de recuperarse económicamente sin devaluación es una transferencia masiva de fondos en lugar de créditos... pero eso aún hoy nadie quiere aceptarlo. Podría hacerse vía
default o bien mediante inyecciones ilimitadas del BCE (QE), al estilo americano. Si Alemania es capaz de superar sus prejuicios sobre la inflación, esta segunda opción sería posible, pero no parece que en el fondo esté dispuesta a aceptarlo. Estados Unidos ha sido menos escuchado de lo conveniente, por lo que la situación ha mejorado menos de lo que debería y las soluciones europeas siguen siendo muy poco prácticas. No vemos ninguna razón para dejar de ser extremadamente defensivos. Los rebotes de la semana pasada deberían haber venido respaldados por decisiones constructivas este fin de semana, pero no ha sido así.