Grecia pulsa el botón del pánico

¿Portugal, España…? Diferenciar momento y ciclo

Noemí Jansana / Irene Hernández
Bolsamania | 26 abr, 2010 11:30
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BANKINTER. ¿Qué puede suceder esta semana? Bien, la pregunta a que se espera respondamos es si el desenlace griego puede reproducirse para Portugal y España. Nuestra respuesta es: si, puede, pero es muy poco probable. ¿Por qué? Por dos razones.

- La primera: El episodio griego no se cerrará hasta que el dinero llegue a Grecia, de manera que el mercado seguirá concentrado algún tiempo más en este asunto. El diferencial griego-alemán seguirá ampliándose o, al menos, no se estrechará hasta que el dinero haya llegado a su destino y pueda comprobarse que es suficiente. El euro sufrirá altibajos que darán mucho juego. El mercado aún puede extraer más jugo de este limón.
- La segunda razón: España es otra dimensión y las cifras, aparte de ser fiables, son mejores (déficit 11,2%; deuda 53%) y, por tanto, la situación fácilmente reconducible y controlable si se actúa con un mínimo de responsabilidad. Portugal es mucho más fácilmente atacable, sin duda, pero su capacidad para controlar la situación es muy superior a la de Grecia. Conviene tener muy presente que lo que le ha sucedido a Grecia no es tanto por sus cifras, sino por la reducidísima fiabilidad de las mismas y la escasísima capacidad del Gobierno para adoptar medidas de austeridad impopulares debido a la contestación social.

Sin embargo, hay un eslabón débil en esta cadena de argumentos: Alemania tiene la llave de las ayudas a Grecia, pero también tiene elecciones regionales el 9 de mayo. Se resistirá por todos los medios a activar las ayudas antes de esa fecha, ya que el coste electoral para la actual coalición de gobierno (CDU + liberales) podría ser inaceptable. Eso plantea un periodo de incertidumbre superior a 2 semanas que resulta óptimo para desarrollar posiciones especulativas contra los 3 países: Grecia, desde luego, Portugal y España. Es demasiado tiempo.

Si Alemania dificulta la liberación de los fondos en ese plazo el desenlace es absolutamente imprevisible, indendientemente de que esté respaldado o no por un racional. Lo mismo puede ocurrir si, aunque se liberen, se demuestra que son insuficientes. Para contrarrestar todo esto, parece que el FMI está dispuesto a dar un crédito puente por el total (45bn€), lo que reduciría mucho las tensiones de corto plazo. Si estuviéramos obligados a definir un desenlace más probable diríamos que los fondos se dispondrán, cualquiera que sea su origen, esta semana o la próxima a favor de Grecia, que el mercado pasará a atacar Portugal con un nivel de agresividad media y que no llegará a atreverse con España, aunque le causará daños en términos de ampliación de spread.

El euro podría sufrir algo más, tal vez hasta 1,31 en algún momento puntual, pero recuperará probablemente 1,350 a medida que se demuestre que los ataques obtienen éxitos muy modestos, no alcanzando su objetivo final (España).

Mientras, el resto del mundo "existe", se relativiza el problema griego, se preocupa relativamente por las presiones a los bancos (el G-20 no ha acordado adoptar un impuesto) y confía en la mejora del ciclo económico global, carente de presiones inflacionistas relevantes y que disfrutará de unos niveles reducidos de tipos de interés. Por eso decíamos en el título de esta semana que hay que diferenciar entre momento y ciclo. El momento es adverso en Europa (local), pero el ciclo es favorable en casi todo el resto del mundo (global).

Bonos: "Condicionados por la deuda de Grecia."

La semana pasada hubo bastante movimiento en el mercado de bonos. El riesgo percibido sobre la deuda griega iba a más según avanzaba la semana, de tal forma que hacia el final de la misma la situación se hizo insostenible. Ello obligó a Grecia a solicitar la aplicación del plan de rescate anunciado por la UEM y el FMI, una vez que el mercado exigía rentabilidades muy elevadas a su deuda. Esta petición permitió que la presión alcista sobre el precio del B10A alemán se relajara algo, facilitando que su TIR regresara el viernes hasta el 3,10%.

De cara a la esta semana hay algunos factores especialmente significativos. El primero de ellos es que el parlamento alemán deberá aprobar el plan de rescate a Grecia, en una votación que tendrá lugar el lunes. Esto mismo sucederá en la mayoría de los parlamentos de los diferentes países de la UEM a lo largo de toda la semana, por lo que la inestabilidad en el mercado puede ser la tónica dominante. Una semana en la que las rentabilidades y los diferenciales se irán moviendo al ritmo que marquen las votaciones. Nuestra opinión es que al final la ayuda saldrá adelante y de ese modo el B10A alemán podría caer en precio, llevando su rentabilidad al entorno del 3,15%.

Divisas: ”Grecia seguirá pesando en el euro"

Euro/Dólar: el euro se depreció fuertemente durante la semana pasada hasta registrar nuevos mínimos anuales en su cruce con el dólar (hizó un mínimo intradía en 1,3202). La revisión a peor del déficit griego por parte de Eurostat pudo más que unas buenas cifras de PMI’s, ZEW e IFO. Sin embargo, a finales de semana repuntó ligeramente por la solicitud del rescate por parte de Grecia. Durante esta semana cabe esperar otra depreciación del euro, ya que la ayuda que Grecia ha solicitado puede no llegar de manera inmediata y costar más de lo previsto, y el país tendrá que hacer frente al pago de 8.500 millones de deuda pública a mediados de mayo. Rango esperado: 1,3200-1,3400.

Euro/Franco Suizo: el cruce eurosuizo inició la semana con subidas que fueron reduciéndose con la presión del asunto sobre Grecia, volviendo a ser el suizo divisa refugio. Sin embargo, la solicitud formal de ayuda por parte de Grecia a la UE y al FMI el viernes, dio un impulso al euro frente al resto de divisas, apreciándose también frente al suizo. Para la semana que viene, la apreciación del euro frente al franco suizo podría continuar si se concretara en mayor medida. Rango esperado: 1,425-1,437.

Euro/Yen: el cruce hizo un movimiento en zigzag durante la semana pasada (123,2-125,6-123,3-124,9). Al final, el euro consiguió fortalecerse ligeramente gracias a la petición por parte de Grecia de la activación del mecanismo de ayuda. Además, los datos europeos (ZEW, PMIs e IFO) sorprendieron favorablemente. Creemos que el euro podría experimentar cierto rebote durante esta semana. El problema de Grecia debería ir perdiendo intensidad. Además, se reúne el Banco de Japón y si muestra preocupación por la deflación existente, el yen se vería perjudicado. Rango esperado: 124,0-126,7.

Euro/GBP: La pasada semana, la esterlina fue ganando valor desde la apertura del espacio aéreo británico, tendencia que se acentuó con la bajada del rating a Grecia. El euro alcanzó un mínimo de 0,861, y repuntó después de que Grecia solicitara oficialmente la ayuda financiera de la UEM. Esta semana se avanzará en la solución a Grecia, pero el euro no repuntará mientras las potencias europeas mantengan sus dudas sobre el plan de ajuste fiscal griego y no se implemente el rescate. Rango: 0,86/0,87.
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