El movimiento unilateral de varios países ha incomodado a Bruselas
La lentitud de la Unión Europea (UE) a la hora de examinar y dar su visto bueno para el uso de las diferentes vacunas que ya están en el mercado, sumado a los problemas de suministro y al hecho de que Europa está a la cola en ritmo de inmunización, ha provocado que varios Estados miembros muevan ficha y busquen proveedores por su cuenta. Rusia, Israel y China están entre los candidatos que exploran Austria, Hungría o Dinamarca en un movimiento que ha abierto una brecha en la unidad que los Veintisiete habían exhibido en cuanto a las inoculaciones.
Tres son las vacunas que cuentan con el respaldo de la Agencia Europea del Medicamento hasta la fecha: Pfizer-BioNtech, Moderna y AstraZeneca. Pero la frustración generada por los problemas logísticos y las dificultades en el despliegue de la vacunación en la UE ha provocado que los países del Este miren a Rusia en un acto de rebeldía por los obstáculos que genera la decisión del bloque de comprar vacunas de forma conjunta, lo que provoca que los pedidos lleguen más tarde que a Reino Unido y EEUU. En concreto, La República Checa, Austria, Hungría y Eslovaquia han expresado su interés en adquirir y desplegar la vacuna Sputnik V de Rusia, a espaldas de Bruselas.
Tampoco está gustando la manera de actuar de la Agencia Europea del Medicamento (EMA por su siglas en inglés). Hay quien acusa al organismo de no avanzar lo suficientemente rápido. Mientras en Estados Unidos ha comenzado esta semana la vacunación con el inmunizante de Johnson & Johnson, en Europa su aprobación no se producirá hasta el 11 de marzo. Y las otras dos que están por llegar, la de Novavax y, para después del verano, la creada por CureVac, no tienen fecha.
Esta presión ha provocado que la EMA anuncie este jueves que ya ha comenzado a estudiar la vacuna del Instituto Gamaleya de Moscú, para comprobar el cumplimiento de las normas de seguridad y calidad, el primer paso importante para obtener el visto bueno de la autoridad farmacéutica. La Agencia ha señalado que no puede “predecir los plazos generales”, pero ha enviado un aviso al subrayar que “debería tardar menos de lo normal en evaluar una eventual solicitud debido al trabajo realizado durante la revisión continua".
"Tras la aprobación de la EMA, podríamos suministrar la vacuna a 50 millones de europeos a partir de junio", ha asegurado por su parte, en un comunicado, Kirill Dmitriev, director general del Fondo de Inversión Directa de Rusia, que respalda el desarrollo de Sputnik V y está a cargo de su despliegue internacional. "Esperamos que varios países más de la UE registren Sputnik pronto antes de la aprobación de la EMA", señaló Dmitriev en una entrevista.
Sin ir más lejos, el primer ministro checo, Andrej Babis, dijo el domingo que su país podría usar la vacuna Sputnik V incluso sin la aprobación de la agencia de medicamentos de la UE, unas declaraciones que se produjeron después de que el presidente ruso Vladimir Putin y el canciller austriaco Sebastian Kurz tuvieran una llamada telefónica el viernes pasado. Según algunos medios, discutieron “posibles suministros de la vacuna rusa Sputnik V a Austria, así como su eventual producción conjunta”. Asimismo, ha trascendido que Austria está en negociaciones con Israel para la compra de otro inmunizante.
Hungría, un país dentro de la UE que tiene relaciones tensas con Bruselas y cuyo líder, Viktor Orban, es visto como un aliado cercano de Putin, no ha mostrado tales vacilaciones. Se convirtió en el primer país europeo en autorizar en enero - sin pasar por el EMA - y la compra de la vacuna Sputnik V. El país también aprobó la vacuna Sinopharm de China el mes pasado.
Eslovaquia se convirtió en el segundo país europeo en anunciar que había comprado la vacuna Sputnik V, asegurando 2 millones de dosis de la inyección. Sin embargo, el ministro de salud de Eslovaquia dijo que no se administrará de inmediato porque aún requiere la luz verde del regulador nacional de medicamento del país.
OPTIMISMO, PERO CON CAUTELA
Al margen de las cuestiones diplomáticas que han aflorado en el bloque, la noticia sobre los desarrollos de las vacunas, -en concreto la fabricada por Rusia- "provoca la mejora del sentimiento inversor", destacan los expertos de Link Securities. Después del escepticismo suscitado por las declaraciones sobre la aplicación de la vacuna del presidente ruso, Vladimir Putin, Sputnik V empezó a ganar un mayor reconocimiento internacional después de que la revista médica 'The Lancet' publicara el mes pasado los resultados de los ensayos intermedios revisados por expertos que mostraban una eficacia del 91,6%. Ante las críticas al programa de vacunación de la UE por su lentitud, la canciller alemana Angela Merkel declaró poco después que la vacuna rusa podría utilizarse para proteger a la población de los 27 miembros del bloque, siempre y cuando fuera aprobada por la EMA.
Sin embargo, estos analistas también piden prudencia ya que "persisten riesgos importantes ligados a la pandemia", tales como la posibilidad de que las vacunas no sean tan eficientes con las nuevas mutaciones del virus" o, y esto afecta concretamente a la UE, "que el proceso de vacunación continúe como hasta ahora, es decir, se siga implementando de forma muy deficiente, lo que retrasaría el inicio de la recuperación económica en la región, llevando a muchos de sus países a entrar nuevamente en recesión".