Los conservadores británicos obtendrían 313 escaños, insuficientes para alcanzar la mayoría absoluta de 326 parlamentarios
El escenario más temido por los mercados y el que auguraban las encuestas más pesimistas se ha materializado en Reino Unido tras las elecciones parlamentarias del 8 de junio. Con el 98% del escrutinio, el partido conservador de Theresa May ha ganado las elecciones pero ha perdido representación en la Cámara de los Comunes y, lo que es peor, se ha quedado lejos de la mayoría absoluta al obtener 313 escaños en Westminster, según el recuento de voto en 643 de 650 circunscripciones, por debajo de los 326 necesarios.
Así, los ‘tories’ pierden 13 escaños y obtienen el 42,35% de los votos, mientras el socialdemócrata Jeremy Corbyn llegaría a los 260 escaños y se haría con el 40,2% de los votos, casi 30 más de los que obtuvo su predecesor, Ed Miliband, en 2015. Los liberal demócratas mejoran sus resultados hasta los 12 representantes en la cámara de los comunes (7,1%) y el SNP escocés no logra repetir sus resultados históricos de hace dos años y cae hasta 35 parlamentarios (3,1%), de los 56 que obtuvo en 2015.
La continuidad de May en el Número 10 de Downing Street pende de un hilo tras el resultado en las urnas que la prensa británica califica, casi de forma unánime de "humillante"
El escenario que se abre en Reino Unido, que en 10 días encara oficialmente las negociaciones con Bruselas sobre el Brexit, es el "más desastroso", señala Craig Erlam, analista de Oanda. “Mientras los laboristas deben estar de celebración, este buen humor no será compartido por los mercados. Un parlamento fragmentado puede ser devastador para la intensa etapa legislativa que se abre a partir del 19 de junio”, apunta el experto que también indica que los inversores deben estar ahora muy pendientes de los posibles pactos que puedan surgir y de la decisión que tome la actual primera ministra sobre su futuro.
Por lo pronto, la libra ha sufrido el mayor impacto y acumula una caída de más de un 1,30% contra el euro y un 1,40% contra el dólar, aunque ha arrancado la sesión con un hueco de alrededor de un 2% contra ambas rivales. La convocatoria de una rueda de prensa de la 'premier' a las 11:00 horas ha disparado los rumores de dimisión de la líder 'torie' y ha acelerado las caídas de la divisa.
De hecho, la continuidad de May en el Número 10 de Downing Street pende de un hilo tras el resultado en las urnas que la prensa británica califica, casi de forma unánime de "humillante". La líder conservadora convocó las elecciones hace casi dos meses como una maniobra para ratificar su liderazgo y para ampliar la mayoría parlamentaria de cara a superar con holgura los trámites en la Cámara de los Comunes que requiere el proceso de divorcio con la UE. La propia May ha resaltado este viernes que el país "necesita un periodo de estabilidad", agregando que siempre ha actuado teniendo en cuenta los intereses de la nación.
"El país necesita un periodo de estabilidad, y sean cuales sean los resultados, los conservadores garantizarán esa estabilidad para que podamos estar unidos como país", ha dicho. Pero la 'premier' no ha conseguido ninguno de sus objetivos y su rival, Corbyn, ha sido el primero en dar un paso al frente y pedir la dimisión de May.
EL TRIUNFO MORAL DE CORBYN
"La primera ministra convocó estos comicios porque quería un mandato. Lo que ha obtenido es una pérdida de asientos para los conservadores, una pérdida de votos y una pérdida de confianza. Yo dirá que es suficiente para marcharse", ha expresado el líder socialdemócrata después de resultar reelecto en su circunscripción de Islington North, en el centro de Londres, según recogen agencias británicas.
Además, Corbyn ha agradecido en un comunicado a los militantes de su formación el éxito de su campaña electoral, en la que consiguieron estrechar la brecha con los conservadores al reducirla de casi 20 puntos de diferencia a uno o dos. "Quisiera agradecer a todos nuestros miembros y los que nos ayudaron, que trabajaron tan duro en esta campaña, desde llamar a la puerta hasta las redes sociales, y a todos lo que votaron por nuestro programa electoral", señaló el líder laborista.
EL INDEPENDENTISMO PIERDE TERRENO EN ESCOCIA
La otra gran perdedora de la jornada electoral es la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon. El SNP, el partido independentista escocés ha sufrido también un mayúsculo descalabro al perder 21 escaños respecto a la inédita representación que ostentaban en la cámara de los comunes de 56 escaños.
Los votos que ha perdido Sturgeon han ido a parar en buena medida a los laboristas, pero han sido los conservadores, que hasta hace poco contaban con pocos apoyos en Escocia quienes han conseguido arrebatar a Sturgeon buena parte de sus representantes. Sin embargo, la premier escocesa ha elegido cargar tintas contra May y en su primera comparecencia ante los medios, ha afirmado que las elecciones han sido "un desastre" para la primera ministra británica.
MAY RECURRE A SUS ALIADOS DE ULSTER
Pese a todo, la primera ministra británica ha ratificado su intención de apoyarse en los unionistas de Irlanda del Norte para "formar un gobierno capaz de facilitar certidumbre" tras la pérdida de la mayoría absoluta sufrida por los conservadores en las generales y ha ratificado su intención "las cruciales conversaciones" del Brexit "en diez días", el plazo que la Unión Europea tenía previsto.
En una declaración institucional en Downing Street tras haber comunicado a la Reina Isabel II en el Palacio de Buckingham su intención de continuar en el Número 10 pese al varapalo electoral, May ha expresado su "confianza" en que los 'tories' y sus "amigos y aliados" del Partido Unionista Democrático (DUP, en sus siglas en inglés) pueden "trabajar juntos" y se ha mostrado convencida de las posibilidades de "cumplir con la promesa del Brexit", incluso ante la extrema vulnerabilidad derivada de su falta de hegemonía en Westminster.