El primer ministro admite que el Brexit "divide a las familias" británicas tras la dimisión de su hermano
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha declarado este jueves que, antes de solicitar a la Unión Europea una nueva prórroga del Brexit, preferiría "estar muerto en una cuneta".
Durante un acto celebrado en una comisaría de la localidad inglesa de Wakefield, los periodistas le han preguntado si puede prometer al pueblo británico que no irá a Bruselas para pedir otro aplazamiento del Brexit. "Si, puedo. Antes preferiría estar muerto en una cuneta", ha contestado.
Johnson ha insistido en que retrasando una vez más la salida de Reino Unido de la UE "no se conseguirá absolutamente nada". "¿Cuál es el objetivo de conseguir otro retraso?", ha planteado.
La Cámara de los Comunes aprobó el martes por amplia mayoría una ley que obliga al Gobierno a evitar un Brexit sin acuerdo y al mismo tiempo rechazó la propuesta de Johnson de celebrar elecciones anticipadas el 15 de octubre para resolver la crisis política.
El 'premier' ha insistido desde Wakefield en que una nueva cita con las urnas es "la única manera de hacer que esto (el Brexit) se mueva". En su opinión, los británicos solo pueden elegir entre su plan de "conseguir un acuerdo" diferente, materializar la salida el 31 de octubre con o sin acuerdo o "esperar a ver si alguien nos puede mantener (en la UE) más allá" de esta fecha.
Johnson, que ha perdido el control del Parlamento por el creciente número de 'tories' rebeldes, su hermano Jo incluido, pretende presentar una nueva moción para que los diputados, a los que ha acusado de "torpedear" la posición negociadora de Reino Unido, vuelvan a pronunciarse el lunes sobre el adelanto electoral.
Interrogado sobre la dimisión de su hermano Jo como miembro del Gobierno por el conflicto entre "la lealtad a la familia y el interés nacional", Johnson ha admitido que el Brexit es un tema que "divide a las familias" británicas. "Le doy las gracias por todo el trabajo que ha hecho y por el apoyo que ha dado a nuestra agenda", ha añadido.
La rígida postura de Johnson, que al convertirse en 'premier' prometió a los británicos que el 31 de octubre habría Brexit, tanto si había acuerdo con la UE como si no, ha provocado una auténtica rebelión en el Partido Conservador, que ha tenido que expulsar a 21 diputados por romper la disciplina de voto.
El ex primer ministro conservador John Major se ha sumado este jueves a las críticas a Downing Street, urgiendo a Johnson a despedir a su consejero especial para el Brexit, Dominic Cummings, al que ha calificado de "anarquista político". "Le voy a dar un consejo, que se deshaga de esos asesores antes de que envenenen la atmósfera política sin remedio. Y hazlo rápido", ha dicho.
La Unión Europea, aunque se ha prestado a añadir declaraciones políticas a modo de precisiones, se ha negado a reabrir por completo las negociaciones del acuerdo para el Brexit, de modo que, si las posturas de Londres y Bruselas se mantienen, el 31 de octubre se producirá un divorcio caótico.