Obtendría 339 escaños, por encima de la mayoría absoluta
Boris Johnson encara la recta final de la campaña electoral para las elecciones de este jueves en Reino Unido con noticias menos optimistas que hace unas semanas. Una encuesta de YouGov ha recortado la aplastante mayoría de los conservadores a 339 escaños, lo que les da todavía un buen margen por encima de la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, que está en 326 escaños, pero incrementa las posibilidades de que el primer ministro repita los resultados de su antecesora en el cargo, Theresa May.
El sondeo otorga un porcentaje del 43% de voto a los 'tories', mientras que los laboristas obtendrían 231 escaños y se harían con el 34% del electorado.
The results of the final YouGov MRP model for #GE2019 are now here:
— YouGov (@YouGov) December 10, 2019
Con – 339 seats / 43% vote share
Lab – 231 / 34%
SNP – 41 / 3%
LD – 15 / 12%
Plaid – 4 / 1%
Green – 1 / 3%
Brexit Party – 0 / 3%
Conservative majority of 28https://t.co/IAyXTc89vH pic.twitter.com/yk3dNAhN0p
Copn todo, el líder conservador tiene motivos para la inquietud: la última macroencuesta antes de los comicios redujo la mayoría absoluta que estimaba hace tan solo dos semanas de 68 a 28 diputados y, lo más preocupante para su partido, el margen de error del estudio no descarta una Cámara de los Comunes sin hegemonías. Este escenario no es descartable ya que aún está fresco en la memoria el resultado electoral obtenido por la expremier británica, Theresa May, a quien las encuestas también daban una ventaja de doble dígito y quien después se quedó con un 'Parlamento colgado'.
Realizada por YouGov entre el 4 y el 10 de diciembre a partir de más de 105.600 entrevistas, la metodología supone un complejo método de análisis y proyección que permite determinar los resultados en cada circunscripción.
El desafío que este jueves espera a Johnson es, por tanto, descomunal, pero también lo son los dividendos para un dirigente que se considera un ganador, con métodos poco ortodoxos, pero suficientes para permitirle salir triunfante de todos los empeños a los que ha dedicado tiempo y esfuerzo a lo largo de su carrera, primero como periodista y, posteriormente, en una arena política a la que desde el principio se lanzó con el Número 10 como meta final.
Su estrategia desde su llegada a la residencia oficial hace cuatro meses y medio ha sido explotar la profunda desafección que el referéndum cimentó en la calle, confiando en que, en unas generales, esta retórica favorecería su reelección.
La táctica había sido probada con éxito durante la tumultuosa campaña de 2016 y, dada la amplia ventaja con la que Johnson partía en los sondeos, el reto era únicamente evitar los errores de su antecesora ante idéntica misión, es decir, un adelanto electoral para facilitar la ruptura.