El consenso de mercado preveía un PIB del 1,8% frente al 2% del segundo trimestre
El avance de la primera economía de la zona euro ha sufrido un freno en el tercer trimestre, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) ha crecido un 1,7%, frente al 1,8% del consenso de mercado y el 2% del segundo trimestre.
En términos anualizados, el PIB germano ha avanzado un 2,5% de julio a septiembre, frente al 10% de 2020, durante la reapertura tras el confinamiento de Civid-19.
La actividad económica del país se vio impulsada por el gasto de los consumidores en el tercer trimestre. El consumo de los hogares se disparó un 6,2% intertrimestral, acelerando el aumento del 3,8% del segundo trimestre, y compensando cómodamente la caída del 2,2% del gasto público, que siguió a un salto del 4,6% en el segundo trimestre.
La formación bruta de capital fijo se desplomó un 2,2% intertrimestral, compensando una subida revisada del 1,2% en el segundo trimestre, en consonancia con los terribles datos del sector manufacturero. La inversión en construcción y en bienes de equipo cayó bruscamente, un 2,3% y un 3,7% respectivamente, mientras que la inversión sin estos dos componentes aumentó un 0,9%.
La caída de los inventarios se sumó a la paupérrima cifra de gastos de capital, pero sólo ligeramente. La formación bruta de capital fijo se redujo en 0,5 puntos porcentuales en el tercer trimestre, tras un aumento de 0,3 puntos porcentuales en el segundo, de los cuales 0,1 puntos porcentuales se debieron a la caída de las existencias. El comercio neto también se debilitó; las exportaciones cayeron un 1,0% intertrimestral, y las importaciones un 0,6%. En total, las exportaciones netas afectaron al crecimiento del PIB en 0,2 puntos porcentuales. En total, el nivel del PIB en se mantuvo un 1,1% por debajo de su nivel anterior al virus al final del tercer trimestre.
De cara al futuro, "nos preocupa la cifra del cuarto trimestre", comentan los expertos de Pantheon Macroeconomics, ya que "el crecimiento del gasto de los consumidores se está relajando a medida que se desvanece el impulso de la reapertura, y el espectro de las nuevas restricciones del virus indica que se avecina una fuerte desaceleración". Además, "las encuestas se han suavizado significativamente, apuntando a un debilitamiento del impulso al inicio del cuarto trimestre, incluso antes del posible impacto de las nuevas restricciones", destacan.
"La caída del índice GfK de confianza de los consumidores es sólo el comienzo de lo que probablemente será un lastre sostenido para la confianza de aquí a Navidad, ya que el virus vuelve a imponerse en las perspectivas económicas a corto plazo". Los índices de expectativas -informados para el mes de diciembre- se debilitaron sustancialmente, hasta -1,6 desde el 1 del mes anterior y GfK aludió a un "debilitamiento de las perspectivas" para la temporada de compras navideñas.
Dicho esto, "vemos espacio para el optimismo de cara al primer semestre del próximo año", comentan desde Pantheon. "Las exportaciones netas restaron un enorme 1,7 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en términos intertrimestrales entre el primer y el tercer trimestre, lo que seguramente no refleja la tendencia subyacente. Se avecina una reversión de la media", comentan. "El consumo público también debería recuperarse, aunque este componente ha sido muy volátil en los últimos trimestres. Por último, en lo que respecta a la inversión, apostamos por que la certidumbre que proporciona un nuevo gobierno más favorable al crecimiento, el alivio de los problemas de la oferta y el crecimiento económico mundial sostenido, aunque más lento, impulsarán un repunte".