El vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, dice que no hay diferencias con la propuesta británica
El vicepresidente de la Comisión Europea encargado de supervisar las relaciones con Reino Unido, Maros Sefcovic, ha ofrecido reducir los controles aduaneros en Irlanda del Norte. Para el mandatario comunitario, la frontera sería “invisible” siempre que Reino Unido diese datos en tiempo real sobre los movimientos comerciales a los funcionarios de Bruselas.
"Si los datos se descargan en el sistema, cuando las mercancías se suben al ferry desde Gran Bretaña... Creo que podemos procesarlas a distancia mientras navegan hacia Irlanda del Norte", ha declarado Sefcovic en una entrevista concedida al diario británico ‘Financial Times’ (FT).
Así, los controles físicos en la frontera comunitaria sólo se harían "cuando haya sospechas razonables de... contrabando de comercio ilegal, drogas ilegales o juguetes peligrosos o alimentos envenenados". Según el eslovaco, esto se haría normalmente en un "par de camiones al día". Reino Unido ha demandado que no haya “ningún control”, pero para Sefcovic apenas hay diferencias entre la demanda británica y la propuesta comunitaria de “controles mínimos, realizados de forma invisible”.
El Reino Unido acordó que Irlanda del Norte permaneciera en el mercado único de bienes de la UE cuando abandonase el club comunitario para evitar una frontera en la isla de Irlanda. Ello exige que las mercancías que salen de Gran Bretaña con destino a Irlanda del Norte tengan declaraciones de aduana, mientras que los alimentos y los animales se someten a controles sanitarios. El motivo, explica Bruselas, es evitar la entrada incontrolada de productos al mercado comunitario.
La nueva primera ministra británica, Elizabeth Truss, señaló que se trata de una injerencia inaceptable en el mercado interior del Reino Unido. Asimismo, según ‘FT’, Truss también está considerando tomar medidas urgentes para anular el protocolo incluso antes de que el proyecto se convierta en ley, activando el artículo 16, la disposición de emergencia del acuerdo. La legislación ya ha pasado por la Cámara de los Comunes y está en la Cámara de los Lores.
En este sentido, los diplomáticos de la UE han advertido de que cualquier activación del artículo 16 por parte de Truss se consideraría "un acto de provocación" y sólo exacerbaría las tensiones entre Bruselas y Londres. "Sería difícil para la UE comprometerse seriamente si hay un arma cargada sobre la mesa", señala una fuente a ‘FT’.
Con todo, Sefcovic ha señalado que está dispuesto a reanudar las conversaciones con Reino Unido y se mostró “animado” por las recientes declaraciones de Truss sobre su preferencia por un acuerdo negociado. "Estamos dispuestos a trabajar de forma abierta, constructiva e intensiva", ha dicho el vicepresidente de la Comisión.
Las tensiones en Irlanda del Norte siguen activas desde febrero, cuando l ministro de Agricultura del Gobierno autónomo de Irlanda del Norte, Edwin Poots, anunció la suspensión de los controles aduaneros a productos agroalimentarios que fueron acordados por el Reino Unido y la Unión Europa tras el Brexit.
Recientemente, Estados Unidos ha subrayado que no respetar el acuerdo influiría negativamente en la relación comercial entre la primera economía del mundo y Reino Unido. "No existe un vínculo formal en las conversaciones comerciales entre EEUU y el Reino Unido y el protocolo de Irlanda del Norte, como hemos dicho, pero los esfuerzos por deshacer el protocolo de Irlanda del Norte no crearían un entorno propicio", señaló el pasado miércoles la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.