El Brexit sin acuerdo se cobrará su peaje también en los Veintisiete
Si alguien pensaba que la Unión Europea (UE) iba a tirar de magnanimidad y ponérselo todo fácil a la primera ministra británica, Theresa May, para prorrogar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa estaba muy equivocado. Bruselas, sabedor de que el proceso de divorcio volverá a sus manos de una u otra forma en las próximas semanas, ya ha marcado perfil negociador y ha trasladado sus peticiones al Gobierno de Theresa May de cara a una extensión más allá del 29 de marzo o a una revisión del Tratado de Retirada que firmó con Londres en Noviembre. Las instituciones comunitarias y los Veintisiete deben, sin embargo, medir bien hasta dónde estiran de la cuerda ya que el Brexit sin acuerdo es igual de pernicioso para el bloque que para Reino Unido.
En medio del panorama de caos absoluto que reina en la política británica, el Consejo de Europa y la Comisión Europea ponen más palos en las ya maltrechas ruedas de un proceso con dos demandas. Primero, si el país quiere un aplazamiento de la fecha límite para abandonar el club europeo, exigen que haya un consenso entre laboristas y tories. "Para que se produzca esta prórroga, Reino Unido deberá demostrar que existe una mayoría parlamentaria que apoye un acuerdo", explican los analistas de TD Securities. Una vez alcanzado un hipotético nuevo acuerdo, el documento resultante tendría que obtener el posterior visto bueno a través de los cauces normativos de ambas partes, "lo que suele ser un proceso bastante farragoso, como está comprobando May en las últimas semanas", agrega por su parte Aitor Méndez de IG Markets
Segundo, si hay una modificación sustancial de las líneas rojas impuestas por Londres, las de la UE deberán cambiar aunque no dejan claro hasta qué punto se avendrán a volver a negociar, ya que "solo se dispone de un margen muy estrecho de tiempo para tratar de negociar en menos de dos meses lo que se ha estado hablando sin éxito durante dos años", apunta Méndez.
Si embargo, llegar a un nuevo trato implica que los tories se pongan de acuerdo con los laboristas de Jeremy Corbyn. Después de haber fracasado en la moción de censura a May del miércoles, el líder de la oposición no abandona en su empeño de llevar al país a unas nuevas elecciones, por lo que tampoco va a dejar mucho margen a May para que cumpla con las exigencias de la UE. "Las negociaciones parlamentarias tienen pocos visos de prosperar y ese romperán antes de la fecha del 29 de enero que ha fijado el Gobierno británico para votar un nuevo acuerdo", opininan desde TD Securities. Y agregan que "el Brexit sin acuerdo es un peligro muy real" dados los últimos acontecimientos y las demandas europeas.
Para Nomura, los países de la UE no han medido bien las repercusiones de que la separación se produzca en malos términos. Las más relevantes son en materia de comercio exterior porque "Londres aplicaría aranceles a las exportaciones de la UE que se equipararían con los que el bloque europeo tiene ahora con otras naciones", indican. Estos impuestos, junto a la caída abrupta de la libra esterlina que podría tocar la paridad con el euro, "afectaría adversamente el crecimiento de las exportaciones de la UE al Reino Unido - particularmente para socios comerciales importantes como Alemania (especialmente dañado saldría el sector automovilístico), Francia, Holanda e Irlanda", agregan. "Incluso si la UE y el Reino Unido acordaran aranceles cero, la libre circulación aduanera se vería gravemente restringida", prosiguen desde el banco de inversión.
El Brexit supone la pérdida de la contribución de Reino Unido al presupuesto comunitario de 10.000 millones de euros anuales y de un formidable árbitro entre Alemania y Francia, pero sin ningún pacto, los países comunitarios perderán el importe de la factura de divorcio de más de 43.500 millones de euros que contempla el actual Acuerdo de Retirada.
Los analistas del banco de inversión nipón avisan de que las consecuencias en el sector financiero serán catastróficas para Reino Unido, que es, en última instancia, quien más sufrirá si no hay Tratado de Retirada o una versión del mismo. Pero avisan de que todo el sector bancario europeo va a recibir el golpe. "Londres es una pieza importante de los mercados financieros del viejo continente por lo que la fragmentación que se desprenderá del Brexit con las recolecciones de puestos de trabajos van a dejar una mordida importante en las cuentas de resultados de los bancos", detallan.
BREXIT Y POPULISMOS
Con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina, el proceso de abandono de la UE de Reino Unido tendrá un gran impacto en los resultados de los partidos antieuropeístas ya que "ofrecerá una plantilla de cómo actuar para aquellos países con formaciones políticas que deseen romper con el bloque", subrayan desde Nomura. De hecho, creen que si el resultado acaba siendo menos negativo de lo que se pensaba para Reino Unido y el país sale adelante sin grandes pérdidas y acaba siendo un modelo de éxito fuera de la Unión, supondrá hasta un acicate para el populismo anti-europeo.
De vuelta a los resultados electorales del 26 de mayo, el Brexit tendrá importantes repercusiones en la composición del Parlamento europeo. De los tres grandes grupos parlamentarios de la Cámara, el tercero es el formado por los partidos europeístas liberales de centro-derecha, liderado por el partido conservador de Theresa May, que con toda probabilidad perderá un buen número de diputados tras los comicios.