Un joven estadounidense se aloja con Airbnb en Madrid y denuncia haber sufrido acoso sexual
El joven Jacob López llegó el día 4 de julio a Madrid
La plataforma no derivó la llamada de la madre a la policía y no volvieron a coger el teléfono
La anfitriona niega las acusaciones y asegura que el sexo fue consentido
Un joven estadounidense denuncia que sufrió acoso sexual cuando se alojaba con Airbnb en Madrid. Al parecer la propietario intentó besarle de manera repetida y ante la negativa de la mujer, la amenazó con echarla a la calle sin sus pertenencias sino accedía a sus deseos sexuales.
Así lo ha publicado El Mundo sobre unas informaciones que ha recogido The New York Times. Al parecer Jacob López llegó el día 4 de julio a Madrid y había reservado una habitación en la ciudad a través de la aplicación Airbnb.
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Con esa situación, López escribió a su madre para que pidiera ayuda y le explicó que la propietaria le había encerrado y que se encontraba en la cocina cogiendo cuchillos para ejercer presión sobre la joven extranjera. La madre hizo una llamada a Airbnb, la plataforma que se negó a proporcionar la dirección donde se encontraba su hija.
En vez de eso, Airbnb remitió su llamada a un teléfono de la Policía de Madrid, los cuales deberían llamar a la plataforma para solicitar la dirección. Sin embargo, eso no sucedió porque la llamada de la mujer conducía a una grabación automática. Por su parte Airbnb no volvió a cogerla el teléfono.
Finalmente fue el joven quien, según ha publicado El Mundo, logró que su secuestradora le dejara libre. "Me decía a mí mismo que iba a tener que matarla o me mataría ella. Pensamientos que nunca deberían pasar por la mente de nadie comenzaron a entrar en la mía", ha señalado. Después de descartar esa idea, el joven se inventó que había quedado con otras personas que conocían su lugar de residencia y que llamarían a la policía si no acudía a su cita.
El joven, natural de Massachusetts, en Estados Unidos, ya está de vuelta en su casa y el medio ha informado que está recibiendo terapia por la agresión sexual que sufrió. La anfitriona de la casa niega las acusaciones y asegura que el sexo fue consentido.
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