A las 3:00 horas de la madrugada del sábado al domingo serán las 2:00
España vuelve a llegar tarde. Los relojes se atrasarán una hora en la próxima madrugada del domingo 30 de octubre. Ese día, a las 03:00 serán las 02:00, dejando a un lado el horario de verano y recuperando la hora de invierno.
El cambio de hora debe realizarse por el cumplimiento de la Directiva Europea del Cambio de Hora que pretende favorecer el ahorro energético, según informa el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía. Pero, ¿es necesidad u obligación este cambio de hora?.
Según el IDAE, se estima que se puede llegar a ahorrar un total de 300 millones de euros gracias a esta medida. De ellos 90 millones corresponden al potencial de hogares españoles o 6 euros de ahorro por hogar, mientras que los restantes 210 millones salen de los edificios del sector servicios y la industria.
Se estima que se puede llegar a ahorrar un total de 300 millones de euros gracias a esta medida
El cambio de hora permaneció de forma indefinida porque se entendía que "el buen funcionamiento de algunos sectores, no sólo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otros ramos de la industria, requiere una programación estable a largo plazo".
La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles lleva desde hace años reivindicándose para que que España vuelva a permanecer al meridiano de Greenwich, que es el que, según su punto de vista, le corresponde. Este desfase horario comenzó en 1942, cuando Franco adaptó el horario español al de Berlín (Hora Europea Central) en alineación con el régimen nazi y nunca se recuperó el horario en correspondencia con la hora solar.
La asociación considera que España tiene que adoptar la hora oficial del Reino Unido, Portugal, Marruecos y Canarias (Hora Europea Occidental), que es la que le corresponde geográficamente, y abandonar la hora Europea Central, que corresponde a países más al Este. Para conseguirlo, el primer paso es obviar la adopción de la hora de verano del último fin de semana de marzo. El cambio quedaría definitivamente completo cuando el siguiente otoño se retrasasen los relojes para regresar a la hora de invierno.
No habrá una hora diferente 'en Baleares, otra en Madrid y otra en Galicia', asegura Feijoo
Entonces, ¿por qué los baleáricos piden que se mantenga el horario de verano si para ser igual a nuestros vecinos portugueses habría que permanecer en el horario de invierno en 2017?
El Parlament ha pedido al Gobierno central mantener el horario de verano, que resulta el "lógico, racional y natural" para la primera comunidad de España en la que sale y se pone el sol.
"Los beneficios que aportaría no cambiar la hora en invierno y mantener el horario de verano, obviamente a parte de disfrutar de mas claridad cuando acaben las obligaciones diarias, trabajo, universidad o colegio... son muy elevados, en diferentes ámbitos, como pueden ser el sanitario, económico, social y familiar", dice la declaración.
Pero el Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha avisado al Gobierno Balear que el cambio de hora está regulado a escala europea en una Directiva de la Unión Europea que afecta a todos sus Estados miembro. En resumen, que Baleares no puede actuar unilateralmente.
El presidente de la Xunta en funciones y líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido un huso horario único para el Estado y ha avanzado que él no apoyará que haya "uno en Baleares, otro en Madrid y otro en Galicia". "Yo no soy portugués, soy español", ha dicho.
UN ERROR DE MÁS DE 3 MINUTOS
Todos los relojes tendrán que cambiar su hora, tanto automáticos como los de cuarzo, pero según Ayserco. Sólo los relojes inteligentes de última generación superarán la llegada del horario de invierno, manteniendo su exactitud y sin intervenciones externas, pero los relojes clásicos tendrán un error de media de tres minutos de adelanto o retraso hasta cinco días después del cambio horario en el 97 por ciento de las piezas.
La empresa ha realizado este cálculo después de supervisar más de treinta cambios horarios en los últimos quince años. Sólo los “Smart Watches” de última generación ofrecen siempre la hora exacta, evitando todos los problemas asociados a un mal ajuste manual.