Unos 2.000 agentes se movilizarán para que no se produzcan altercados
El partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores 2018 entre River y Boca ha puesto en jaque a Madrid tras conocerse que el lance se disputará en el Santiago Bernabéu. Las últimas estimaciones de la Policía anticipan la llegada de unos 400 o 500 violentos a la capital española con motivo de este encuentro.
Así lo ha anunciado el delegado de Gobierno en Madrid, José Manuel Rodríguez Uribes, en declaraciones a la SER recogidas por Europa Press.
Con todo, Uribes ha recordado que la Policía Nacional está trabajando "estrechamente" con su homólogo argentino para asegurar un dispositivo de "máxima seguridad" en el aeropuerto madrileño de Adolfo Suárez-Madrid Barajas, además de en las carreteras y en la red de transporte público.
Unos 2.000 agentes se movilizarán este 9 de diciembre para que el encuentro transcurra sin altercados. Fuentes policiales consultadas por Europa Press han explicado que, tras el 'sí' del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el dispositivo policial depende en primer lugar de la decisión sobre el reparto de entradas.
"No se puede plantear con seriedad ni este ni ningún dispositivo deportivo hasta que no se sepa si se venderán entradas, y cuántas o cómo, en Argentina", enfatizan las citadas fuentes, que recuerdan que la Comisión Estatal contra la Violencia debe aún fijar si el partido se declara de alto riesgo, como es previsible por los antecedentes del River-Boca que se suspendió por graves altercados.