Resume la posición de España en cuatro términos: "diplomacia, desescalada, distensión y disuasión"
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha comparecido en la tarde de este martes en la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados. En su declaración ha reclamado "unidad" en la gestión ce la crisis entre Rusia y Ucrania, y ha resumido la posición de España en cuatro términos: "diplomacia, desescalada, distensión y disuasión".
Albares ha asegurado que el Gobierno "no quiere contribuir a la escalada militar", pero no ha descartado que Moscú reciba graves sanciones, que el ministro no ha querido detallar más allá de que éstas se aplicarían "de forma inmediata".
En opinión del ministro, el despliegue de más de 100.000 militares rusos en la frontera con Ucrania "no se justifica por motivos defensivos". Además, ha declarado, "viola la legalidad internacional y es una amenaza para la paz". Como consecuencia, el ministro ha apuntado que hay "líneas rojas" que Rusia no debería cruzar.
La primera de esas líneas rojas es la soberanía del país ucraniano, que tiene derecho a decidir si entra en organizaciones internacionales. En segundo lugar, Albares ha destacado que "no se negocia bajo la amenaza", por lo que la presencia de tropas rusas en la frontera es "difícil de interpretar" más allá de "un medio de presión sobre Ucrania".
Albares ha apuntado que tanto la UE como la OTAN apostarán por una normalización a través del diálogo. En ningún caso, ha asegurado, "queremos contribuir a la escalada militar ni dar excusas a otros para que aumenten su agresividad".
En esta línea, ha apuntado que Moscú podría sufrir "consecuencias económicas masivas y altos costes", con sanciones por parte de la UE coordinadas con sus socios de fuera, si bien no ha detallado en la naturaleza de dichas sanciones.
El Gobierno de España aspira a tener "las mejores relaciones" con Rusia y que España "actuará siempre con firmeza en defensa de la legalidad internacional, la soberanía e integridad territorial de los estados y en apoyo y estrecha coordinación con sus socios europeos y sus aliados", sin embargo, ha reconocido que "es una situación a la que tenemos que hacer frente".