Zozobra de los inversores ante los resultados de Siemens Gamesa

“Los antecedentes de la publicación de resultados han sido con fuertes movimientos de más del 10% en las últimas presentaciones y los inversores deshacen posiciones para resguardarse ante fuertes aumentos de volatilidad en caso de repetirse situaciones del pasado”, recuerdan los expertos de IG.

La compañía cerró su ejercicio 2018 el pasado 30 de septiembre cumpliendo las guías marcadas para el ejercicio y con un beneficio neto de 70 millones y ventas de 9.122 millones. Además, el último trimestre supuso un avance del 12% en las ventas y de un 10% en su cartera de pedidos, hasta los 22.800 millones.

Aun así, los resultados de Siemens Gamesa han incumplido las estimaciones de los analistas en los últimos cinco trimestres, según los datos de Reuters. En el último trimestre del ejercicio 2018, el consenso esperaba que las ventas llegarán a los 2.818 millones pero se quedaron un 7% cortas, en 2.619 millones.

Para este primer trimestre, el consenso de los analistas espera que las ventas superen los 2.200 millones -los más optimistas apuntan a casi 2.400 millones-, y el beneficio neto se sitúe en 25 millones, según los datos de Factsec.

Desde Capital Bolsa ofrecen una previsión más optimista: 87 millones de beneficio y 2.390 millones en ventas. Con cumplir las estimaciones más bajas, Siemens Gamesa mejoraría las cifras del primer trimestre de 2018 en el que perdió 35 millones con unas ventas de 2.127 millones.

VAIVENES EN BOLSA

El fabricante de aerogeneradores ha comunicado en las últimas semanas varios contratos nuevos, entre ellos el proyecto de Voltalia en Brasil (al que suministrará 128 MW) y el de Scioto Ridge, en Estados Unidos (242 MW). Entre septiembre y diciembre, el trimestre cuyos resultados publicará este martes, firmó un segundo pedido con Enel en Rusia de más de 200 MW, además de los casi 500 MW que suministrará al proyecto eólico marino SeaMade en Bélgica o el pedido de 176 MW para ReNew Power para dos proyectos en India.

Sin embargo, “a la vista de los pedidos anunciados, parece que Siemens Gamesa habría perdido cuota de mercado en este trimestre en el negocio de eólica terrestre”, comentaban recientemente los analistas de JP Morgan.

Las turbulencias de la integración de Gamesa y la división eólica de Siemens, consumada en abril de 2017, pesa aún sobre la confianza de los inversores a pesar de que los analistas van dando pequeños empujones a la compañía. Dos tercios de los analistas que siguen su acción recomienda comprar sus títulos, según los datos de Bloomberg, a pesar de los desafíos que aún enfrenta tanto a nivel interno como derivados de la presión competitiva que atraviesa su sector.

El promedio del mercado le da un precio objetivo de 13,07 euros a sus acciones, pero hay quien es más optimista, como los analistas de HSBC que en diciembre elevaron su precio un 13,5%, hasta los 14,3 euros, gracias a su “sólida posición en India, Brasil, China o México”, países donde la instalación de renovables se está acelerando.

Pero sobre los inversores pesan todavía las turbulencias de la integración tras la fusión de Gamesa y la división eólica de Siemens, consumada en abril de 2017, y se anticipan a la volatilidad que pueden causar los resultados para vender sus títulos, apuntan los expertos.

Después de unos días de relativa calma, las acciones de Siemens Gamesa iniciaron su descenso el pasado viernes. En las dos últimas sesiones han pasado de 11,80 euros a los 11,12 euros, casi un 6%, siendo uno de los títulos que han lastrado el Ibex (-1,34%) junto con Bankinter (-3,48%), Amadeus (3,32%) y Sabadell (-3,10%).

Después de dispararse casi un 30% desde que presentó los resultados del ejercicio 2018 a principios de noviembre hasta mediados de diciembre, llegando a los 12,8 euros por acción, los accionistas han visto su inversión caer de nuevo un 13,1% al cierre de este lunes.

El ‘penúltimo’ susto lo tuvieron a mediados de diciembre cuando la caída general del Ibex y las dudas sobre su rumbo en 2019 dado su elevada exposición a los mercados emergentes y la caída en los precios en su principal negocio (eólica terrestre), hicieron que sus acciones se dejaran más de un 15% en cinco sesiones.