Compañías como Wal-Mart, Kroger, Aldi, Tesco o Lidl ven cómo el enemigo a batir en el comercio electrónico les amenaza en su propio terreno
Jeff Bezos decidió desenfundar la billetera y poner 13.700 millones de dólares para hacerse con Whole Foods. La cadena estadounidense de supermercados especializada en la venta de productos naturales y orgánicos será el nuevo miembro del universo Amazon. El ‘monstruo’ se armará con 460 establecimientos (438 en EEUU, 13 Canadá y 9 en Reino Unido). Una conquista que enciende las alarmas del resto de actores del sector de la distribución.
Grandes compañías como Wal-Mart, Kroger, Aldi, Tesco o Lidl ven cómo el enemigo a batir en el comercio electrónico les amenaza ahora en su propio terreno. Un rival increíblemente rico y poderoso; su valor en bolsa de 479.041 millones de dólares le avala. Más aún después de adquirir Whole Foods, una compañía que capitaliza 13.728 millones de dólares. El mercado ha aplaudido esta operación, pues que la cadena de supermercados se ha disparado un 33% en bolsa desde que se conoció la operación. Amazon, por su parte, sube un 4% y vuelve a cotizar por encima de los 1.000 euros por acción.
Más allá del poderío económico de Jeff Bezos, lo que más preocupa a sus rivales son las aspiraciones de Amazon de revolucionar los métodos de compra en un supermercado. La tienda física de la compañía en Seattle, ciudad de origen de Amazon, puede ser una referencia para el futuro de los establecimientos de Whole Foods. En este supermercado no hay cajeros y la compra se realiza mediante la aplicación móvil Amazon Go. A esta experiencia de compra se pueden sumar los avances de robótica de gestión de logística con los que cuenta la compañía o su tecnología la ‘inteligencia virtual’, Amazon Echo.
La tienda física de la compañía en Seattle, ciudad de origen de Amazon, puede ser una referencia para el futuro de los establecimientos de Whole Foods
Otra de las innovaciones que puede incorporar Amazon a sus 460 supermercados es Prime Air, su proyecto de entrega de paquetes con drones. También puede aportar su experiencia con el servicio de venta online de alimentos, Amazon Fresh, que está operativo en Seattle desde 2007. Los expertos de Credit Suisse consideran que “la compra de Whole Foods permitirá a Amazon Fresh enganchar definitivamente con los consumidores”.
En concreto, en Reino Unido, los analistas de HSBC apuntan a que “el mercado está preocupado de que Amazon se convertirá, al menos, en un mejor competidor o puede que se plantee la compra de un minorista británico y esto es suficiente para crear tensión en el sector”, aunque apunta que lo mismo sucedió cuando Wal-Mart compró ASDA y la amenaza, finalmente, no fue tal.
TODOS PENDIENTES DE BEZOS
Un despliegue tecnológico que ofrece una experiencia de compra muy difícil de igualar por sus competidores. No obstante, estos nuevos métodos son también un riesgo para los más de 85.000 trabajadores que forman Whole Foods, que pueden ver cómo la mayoría de sus empleos son sustituidos por máquinas. Algo que podría incluso enfrentar a Bezos con el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se erigió como “el mayor productor de empleos que Dios ha creado nunca".
Además, puede ser una amenaza para los consumidores habituales de Whole Foods. Una de las decisiones que puede adoptar Amazon es un cambio del inventario para reducir los precios y hacer a Whole Foods más competitivo frente a Wal-Mart o Tesco. No obstante, con la incorporación Whole Foods, la compañía de Bezos puede ganar nuevos suscriptores de Amazon Prime, una de sus mayores fuentes de ingresos. Estos clientes disfrutan de los envíos gratuitos, entre otra serie de ventajas, mediante el pago de una cuota anual. Ahora podrían recibir su compra en su domicilio de manera gratuita.
La red de tiendas físicas podría permitir además a Amazon recortar la necesidad de contratación de servicios de mensajería. Un hecho que le permitiría rentabilizar sus envíos donde la mercancía tiene un precio inferior de lo que Amazon paga por el envío, y eso es un gasto que la compañía desearía reducir.
Así, los establecimientos de Whole Foods podrían dar a Amazon un nuevo punto de venta para reducir estos costes. Los expertos de Credit Suisse esperan que este despliegue de supermercados provoque que “la mayor parte de la distribución de sus ventas online se desplace hacia su recién adquirida cadena de suministro, agregando automatización a medida que se expande”.