"Tiene algo que demostrar", aseguran desde la casa de análisis germana
A Berenberg no le sorprende la compra de Repsol en Texas. Si acaso le despierta cierto recelo. La petrolera española ha invertido 325 millones de dólares en el yacimiento estadounidense de Eagle Ford. Lo hizo comprándole el 63% que aún no controlaba a su socio Equinor.
Berenberg reitera el consejo de 'comprar' a Repsol y un precio objetivo de 17 euros por acción desde sus niveles actuales situados en los 15,15 euros.
La alemana cree que esta operación ya entraba dentro de los planes de la petrolera y, por tanto, no tendrá un impacto significativo. Eso si, Berenberg reconoce que "puede ser un impulsor para su optimización operativa aunque es una hipótesis que aún debe ser demostrada".
¿En qué consiste realmente este movimiento? El acuerdo permitirá a Repsol "mejorar la gestión de su cartera de activos productivos y aprovechar sinergias operativas que se traducirán en mayores eficiencias", explicaba la petrolera. La adquisición está alineada con su Plan Estratégico 2018-2020, que identifica Norteamérica como área clave debido a las numerosas infraestructuras existentes en la zona y a la estabilidad del marco regulatorio.
"La operación", añadió Repsol, "se enmarca dentro de las inversiones previstas entre los años 2018 y 2020 en el área de Upstream, cifradas en 8.000 millones de euros, y responde a la política de rotación de la cartera de activos de la compañía para lograr un portafolio más equilibrado y rentable y adelantar el cumplimiento de variables estratégicas de mejora del portafolio, crecimiento rentable y mayor retorno".