La huelga de trabajadores, el desempeño de Lyft y los datos del folleto de Uber generan dudas
Cuenta atrás para lo que se ha calificado como la mayor salida a bolsa desde Alibaba en 2014 y el mayor estreno de una tecnológica estadounidense desde Facebook en 2012. Este jueves, Uber fijará el precio con el que sus títulos debutarán en Wall Street el viernes, 10 de mayo. Hace apenas quince días la plataforma de transporte con conductor comunicó que la horquilla estaba entre 44 y 55 dólares por acción. Pondrá en circulación 180 millones de títulos, y la compañía está valorada entre 80.000 y 90.000 millones de dólares.
Según algunos analistas, Uber podría estar adoptando un enfoque conservador para su valoración, para luego elevar el precio dependiendo de la demanda de los inversores. Además, supone una cifra que se sitúa por debajo de la valoración hecha anteriormente, que se fijaba hasta en 120.000 millones de dólares, según las estimaciones del año pasado de Morgan Stanley y Goldman Sachs.
La nueva valoración es la última de una serie de revisiones a la baja de la plataforma de transporte con conductor a medida que se aproxima su debut bursátil, que se espera que sea el segundo más grande en la historia en EEUU por capitalización, por detrás de la de Alibaba.
NUBARRONES
Sin embargo, la tecnológica se enfrenta a algunos problemas de cara a su debut bursátil este viernes. La primera, una huelga de conductores planeada para Estados Unidos y Reino Unido este miércoles 8 de mayo y por otra parte, la mala evolución en bolsa de su principal competidora (Lyft) desde que salió al mercado hace apenas dos meses.
Lyft (su rival directa en Estados Unidos) salió a bolsa a finales de marzo y registra una importante caída en el precio de sus acciones, aunque es cierto que muchos inversores han comentado que empezó a cotizar a un precio superior al que le correspondía y tenía que corregir. Desde que tocó la campana hasta ahora se deja un 16% en bolsa y no está animando demasiado a los inversores, que se muestran cautos con respecto a este tipo de negocio.
Tampoco inspiran confianza los datos que publicó Uber en su folleto de salida a bolsa donde declaró pérdidas operativas de más de 3.000 millones de dólares el año pasado. Aunque más llamativo fue el aviso, en el apartado de riesgos de que "quizá nunca llegue a ser rentable".
La compañía informa en el documento de que las entidades coordinadoras de la operación tendrán la opción de adquirir un paquete adicional de 27 millones de acciones para cubrir, en caso de haberlo, el exceso de demanda de la oferta. Asimismo, Uber precisó que los coordinadores de la oferta han reservado hasta 5,4 millones de títulos de acciones ordinarias, el 3% de los 180 millones de títulos que serán colocados, para su colocación directa a través del programa dirigido a los conductores cualificados de Uber en EEUU.
"Los propósitos principales de esta oferta son aumentar nuestra capitalización y flexibilidad financiera, así como crear un mercado público para nuestras acciones ordinarias", explica la compañía, que destinará los ingresos de su salida a Bolsa a fines corporativos generales, incluidos capital de trabajo, gastos operativos y gastos de capital.
El inicio indiferente a la salida a bolsa de Lyft, su principal competidor, que ha visto sus acciones caer por debajo de su precio de estreno no parece haber disuadido a Uber, afirman los analistas de CMCMarkets, que califican su valoración como "optimista", aunque creen que la compañía tiene, en su defensa, "algunos patrocinadores importantes" como PayPal o Toyota.
También, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí invirtió 3.500 millones en Uber en junio de 2016, una revelación que resultó ser bastante incómoda cuando se hizo pública a fines del año pasado. "En resumen, la empresa no tiene escasez de patrocinadores, lo que significa que puede absorber los efectos de cualquier quema de efectivo adicional, pero aun así, parece ser un precio alto para una empresa que no tiene activos discernibles y que ha estado bajo el punto de mira en los últimos años por su comportamiento en términos de prácticas de empleo".
"La compañía se ha enfrentado a varios reguladores de todo el mundo, lo que significa que los riesgos son bastante altos porque podría quedar fuera de algunos mercados o tener que pagar cargos adicionales para cumplir con los estándares regulatorios en diferentes jurisdicciones", explica CMCMarkets.