De esa cifra, 1.180 millones son dividendos y 721 corresponden a desinversiones en Centroamérica
Telefónica ya ha dejado clara su intención de reducir su presencia en América Latina (salvo en Brasil) para centrarse en los países donde sí ve opciones de crecimiento y de creación de valor, entre los que también coloca España, Reino Unido y Alemania. Y no sólo tiene intención de rebajar su exposición a estos mercados, sino que ya ha ido repatriando fondos desde esos países.
A lo largo del pasado ejercicio, realizó una repatriación neta de fondos a España valorada en 1.901 millones de euros, procedentes de las compañías latinoamericanas del grupo, según detalla en sus cuentas anuales consolidadas. De esa cifra, 1.180 millones fueron en concepto de dividendos. Además, “se registra una entrada de fondos adicional por importe de 721 millones de euros, principalmente, por las desinversiones llevadas a cabo en Centroamérica”, indica la multinacional.
La compañía presidida por José María Álvarez-Pallete explica que esta es una de las dos medidas con las que actúa para gestionar o mitigar el riesgo país, que consiste en “repatriar aquellos fondos generados en Latinoamérica no necesarios para acometer nuevas oportunidades de desarrollo rentable del negocio en la región”.
La otra medida para mitigar ese riesgo país pasa por compensar los activos con pasivos, no garantizados por la matriz. En este sentido, asegura que, al cierre del ejercicio 2019, las compañías latinoamericanas del grupo sumaban deuda financiera neta no garantizada por la matriz por valor de 1.253 millones de euros, un 3,3% sobre la deuda financiera neta del grupo, según recoge en cuentas.
DESINVERSIÓN EN MESES
De momento, Telefónica no suelta prenda sobre cuáles son sus planes concretos para los ocho mercados donde quiere rebajar su presencia (Argentina, Chile, Perú, Colombia, México, Ecuador, Uruguay y Venezuela). Ya a finales de noviembre adelantó que dejaba abierta cualquier opción y que iba a poner en marcha la segregación operativa de estas unidades de negocio.
Esa fase ya está avanzada y, ahora, también tiene en marcha la segregación financiera. Es decir, configurar estos negocios de forma independiente también desde el punto de vista contable, incluida deuda.
De momento, la compañía está analizando alternativas, según repitieron en varias ocasiones tanto Álvarez-Pallete como la responsable financiera de Telefónica, Laura Abasolo, durante la rueda de prensa de resultados anuales. Negociaciones, ya sean por el todo o por una parte, por filiales, que la compañía tiene previsto resolver en los próximos meses. De esta forma, la ‘teleco’ acabaría el ejercicio siendo más pequeña, pero con una perspectiva de crecimiento más clara.