Frente al beneficio de 13,9 millones de un año antes
Talgo registró una pérdida neta de 5,70 millones de euros en el primer semestre, frente a los beneficios de 13,9 millones de un año antes, por el impacto generado en sus negocios por la crisis y el confinamiento, según informó la compañía.
La compañía que preside Carlos de Palacio vio reducida al 6,7% la rentabilidad, el margen, de su actividad industrial, desde la tasa del 18,5% de un año antes.
Este desplome del margen deriva de la menor productividad registrada en la fabricación de los pedidos de trenes en que actualmente trabaja, entre ellos los nuevos AVE de Renfe, y los retrasos registrados en la cadena de suministros, "que afecta a la rentabilidad de los proyectos".
También lo achaca al hecho de que los costes de su negocio de mantenimiento, el más afectado, no disminuyeron en la misma proporción que los ingresos, "a pesar de las importantes medidas de reducción de costes implementadas".
De esta forma, pese a que Talgo logró elevar en un 29% sus ingresos entre enero y junio, hasta sumar 216 millones de euros, el beneficio bruto de explotación (EBITDA) se desplomó un 53%, hasta los 15 millones.
En este sentido, la compañía confía en que "su cartera de pedidos y la alta calidad de la misma" y su "exhaustivo" control de costes "impulsará la recuperación de los márgenes post-Covid".
Así, a las medidas ya tomadas para afrontar la crisis, como son el ERTE articulado en el negocio de mantenimiento y el recorte de salarios de la cúpula, Talgo ha adoptado otras nuevas destinadas a "proteger su caja".
Entre ellas figura posponer "todas las inversiones previstas para este año que no sean esenciales", aumentar las líneas de crédito y refinanciar la deuda que vence este año, y mejorar la gestión de los procesos de compras para "optimizar el volumen de existencias".
En sus resultados semestrales, Talgo señala a la "sólida cartera" de pedidos pendientes de acometer con que cuenta, que a cierre de junio se situaba en 3.304 millones de euros, en 3.621 millones en caso de considerar contratos adjudicados y aún no firmados.
El fabricante de trenes también subraya su sólida posición financiera, dado que a cierre de junio contaba con una posición bruta de caja de 291 millones de euros.
En cuanto al conjunto del año, Talgo indicó que por el momento descarta ofrecer una nueva previsión, tras retirar la realizada a comienzos de años al estallar la crisis, dado "el importante grado de incertidumbre sobre el desempeño del negocio" que asegura presenta la segunda mitad del año, sobre todo en la rama de mantenimiento.
No obstante, además de confiar en su cartera de pedidos, en su balance y en recuperar los márgenes, la empresa también atisba "positivas tendencias en el mercado" ferroviario "para impulsar el crecimiento a largo plazo" y asegura contar con un "resiliente negocio para garantizar un sostenible crecimiento y desempeño futuro".