El contrato se firmó en 2016 y está valorado en casi 800 millones de euros
Talgo ha lanzado este jueves un comunicado, que ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que explica qué ha ocurrido para que haya tanto retraso con la entrega de los trenes de muy alta velocidad ('Avril') que está fabricando para Renfe. Después de que varias informaciones apuntasen que el operador ferroviario está estudiando penalizar a la compañía, ésta se ha justificado diciendo que el retraso se ha producido por "causas de fuerza mayor".
Este miércoles Renfe emitió un comunicado de prensa haciendo referencia a los retrasos (desde enero de 2021) en el proyecto de fabricación de 30 trenes de alta velocidad S106 'Avril' encargado a Talgo. Según dicha nota, Renfe está analizando el contrato firmado en 2016 por importe de 786,5 millones de euros para valorar las posibles penalizaciones que puedan ser aplicables, en forma de sanción económica, ya que los trenes debían haber entrado en servicio este verano.
En respuesta, Talgo ha emitido una nota en la que explica que "ha notificado en el trascurso del proyecto determinados retrasos en los plazos de entrega generados principalmente por causas de fuerza mayor". En concreto, la compañía cita "caídas en la producción e interferencias en la cadena de suministro generadas por el Covid-19 y otros eventos geopolíticos", en referencia a la guerra de Ucrania, así como "causas exógenas a Talgo que están provocando retrasos en los procesos de pruebas y homologación".
Además, según Talgo el proyecto se encuentra actualmente "en proceso de pruebas dinámicas y homologación, y se espera poder terminarlas próximamente".
Según se ha publicado, el importe de las posibles sanciones podría alcanzar "varias decenas de millones de euros", aunque lo cierto es que las informaciones no especifican la fuente. Los expertos de Banco Sabadell afirman que "a pesar de que todavía no están confirmadas las posibles penalizaciones ni su cuantía, la noticia es negativa para Talgo, en la medida que genera incertidumbre en torno a uno de sus contratos más relevantes".
"La existencia de los retrasos no es una sorpresa tras la pandemia y las disrupciones que todavía persisten en las cadenas de suministro, e incluso tras las informaciones que se llegaron a publicar sobre modificaciones realizadas en los diseños por parte de Renfe con el contrato ya en marcha", detalla también Sabadell.
Los analistas del banco entienden que las posibles penalizaciones contempladas en el contrato "dependerán de los retrasos generados y la existencia (o no) de una justificación para las mismas (cláusulas de fuerza mayor, retrasos imputables al cliente, etc...)" que, a día de hoy, no se pueden estimar.
No obstante, remarcan, a título ilustrativo, si se asume una penalización de un 5% del valor del contrato, "el impacto negativo ascendería a un -10% de la capitalización" de Talgo, que "acumula una caída del -35% frente al Ibex en lo que va de ejercicio".