Su previsión es que los trenes entren en servicio antes de mayo
Talgo considera "remota" la posibilidad de que finalmente tenga que pagar a Renfe la indemnización de 116 millones de euros que el operador público le solicitó por el retraso acumulado de los trenes Avril, que tenían que estar en funcionamiento desde el verano de 2022 en las vías españolas.
En su informe anual de resultados económicos, la compañía fabricante de trenes defiende que Renfe aún no ha formalizado esta reclamación, lo que le lleva a pensar que es "remoto que se materialice dicho riesgo".
Talgo ya trasladó en su momento su disconformidad con esta reclamación, alegando causas de fuerza mayor, entre ellas las caídas en la producción e interferencias en la cadena de suministro generadas por el Covid-19 y otros eventos geopolíticos, así como por otras causas exógenas a la empresa.
Todas estas circunstancias provocaron una serie de retrasos en los procesos de pruebas y homologación de los trenes y la compañía todavía sigue realizando comunicaciones a su cliente para actualizar las alegaciones en contra de esa indemnización.
Talgo explica en su informe de resultados que durante 2023 continuó realizando las fases de pruebas de los 30 trenes de alta velocidad Avril para Renfe, centrando las actividades en la fase de pruebas en vía de los trenes para su certificación en España y Francia.
Su previsión es que estos trenes estén en servicio en el primer cuatrimestre del año, frente a la promesa del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que apuntaba a que estarían operando antes del 31 de marzo.
Renfe está impaciente por recibir estos trenes, toda vez que permitirán que sus servicios de AVE lleguen sin realizar transbordos a toda Galicia más allá de Ourense, y a Asturias pasada la estación de Pola de Lena. Los billetes, según las promesas del Gobierno, tenían que estar a la venta desde el pasado viernes, pero todavía no están disponibles.
OPA HÚNGARA
Todo esto transcurre mientras la compañía sigue pendiente de una posible Oferta Pública de Adquisición (OPA) por parte del grupo húngaro Magyar Vagon para adquirir el 100% de la empresa por 617 millones de euros.
Magyar Vagon estuvo a punto de formular esta OPA hace unas semanas, pero la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) encontró un problema regulatorio a la misma, que los bancos pueden cancelar sus préstamos con Talgo si cambia el propietario de la compañía.
Por eso, el grupo húngaro está negociando con las entidades esta cláusula para encontrar una solución y poder finalmente tramitar la operación. En las cuentas de la compañía figuran 23 entidades con unos créditos de 329 millones de euros.