La agencia de calificación considera positiva la intervención de la entidad
La intervención por parte del Gobierno italiano de Cassa di Risparmio di Genova e Imperia, conocido popularmente como Banca Carige, puede ser la solución final para el “último banco mediano problemático que quedaba en Italia”, según la agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings.
Esta agencia no se ha visto sorprendida por el rescate de Carige, que ha arrastrado durante años una historia de reestructuración que finalmente no ha podido ser culminada con éxito. “Por ello, pensamos que no tendrá implicaciones importantes para el sector bancario italiano”, señalan sus expertos.
En este sentido, recuerdan que la cuota de mercado de Carige supone tan sólo el 1% del mercado, por lo que su intervención se realizará de manera similar a la “recapitalización de Monte dei Paschi o la liquidación ordenada de Veneto Banca y Banca Popolare di Vicenza”.
En su opinión, la intervención del Gobierno italiano se debe a la necesidad de “preservar la estabilidad financiera dentro de las excepciones permitidas por la Unión Europea”. Y añaden que la decisión del BCE de situar a la entidad bajo administración después de que hubiera fracasado una ampliación de capital de 400 millones de euros ha precipitado los acontecimientos.
A partir de aquí, el Gobierno italiano puede inyectar directamente capital en Carige o proporcionar una garantía pública para futuras ampliaciones de capital.
Para S&P, el rescate de la entidad es positivo porque “preserva la estabilidad financiera y protege a los depositantes y los bonistas”. Al mismo tiempo, proporciona “tiempo a los administradores para buscar los recursos necesarios y capitalizar el banco”.
Por último, según informa Bloomberg, el Gobierno italiano considera que nacionalizar la entidad es la última opción y busca entidades privadas que se hagan cargo de la recapitalización de Carige. Entre los posibles bancos interesados, figuran las entidades italianas Unicredit y Banco BPM y los bancos franceses BNP Paribas y Credit Agricole.
Desde que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera la pasada semana que Banca Carige debía ser administrada por unos gestores temporales elegidos por el supervisor, la entidad no ha vuelto a cotizar en la Bolsa de Milán.
Sus títulos han quedado suspendidos a un precio de 0,0015 euros y solamente volverán a negociarse si la administración temporal ejecuta el trabajo encargado por el supervisor y este decide que es el momento de retirarla. La decisión de su vuelta al mercado, por tanto, está en manos del BCE.