La agencia mantiene la calificación de la compañía dentro de la categoría de grado de inversión pese a la rebaja
La agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings (S&P) ha rebajado en un escalón el rating de emisor a largo plazo de Telefónica, desde 'BBB' a 'BBB-' con perspectiva 'estable', debido al impacto que han tenido en sus cuentas la pandemia del Covid-19 y la evolución de los tipos de cambio de divisas en América Latina.
S&P, que también ha rebajado la calificación crediticia a corto plazo de Telefónica a A-3 desde A-2, ha llevado a cabo esta rebaja del rating después de que el pasado 1 de abril cambiará su perspectiva de 'estable' a 'negativa', aunque la calificación de la operadora se mantiene aún dentro de la categoría de grado de inversión.
En un comunicado, la agencia explica que esta decisión se basa en su expectativa de se produzca un deterioro de las métricas crediticias de Telefónica este año, en contraste con su anterior previsión de una mejora en términos ajustados de las mismas y un regreso a niveles adecuados en 2021-2022.
S&P achaca este deterioro a unos menores ingresos y resultado bruto de explotación (Ebitda) debido a una facturación por servicio más débil, tanto en particulares como en empresas, y a unos menos ingresos por roaming como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Además, los resultados también se están viendo lastrados por los movimientos adversos de las divisas, que están afectando a la contribución en sus cuentas de su negocio en América Latina.
De cara a 2021, cree que una estabilización operativa, unos impactos "ligeramente más benignos" de las divisas y los esfuerzos de la compañía por reducir su endeudamiento deberían proporcionar más margen a su calificación, pero ve "poco probable" que sean suficientes para restaurar unas métricas acordes con un rating 'BBB'.
En este contexto, S&P destaca la solidez de la generación del flujo de caja libre de Telefónica, que en el tercer trimestre de 2020 ascendió hasta alrededor de 1.600 millones de euros, un 13,2% más que el año anterior, y su flexibilidad a la hora de gestionar las inversiones (capex). Así, añade que, esto, junto con el 'scrip dividend', han limitado el incremento del apalancamiento que preveían para 2020.
La deuda neta de Telefónica se redujo hasta los 36.700 millones de euros a cierre de septiembre, lo que supone 1.100 millones de euros respecto al cierre de 2019, mientras que el coste de la deuda se ha reducido al 3,15% y los niveles de liquidez se han elevado de forma constante, hasta 22.400 millones de euros.
Por otro lado, agrega que la venta de activos en América Latina podría dar "alivio" a las métricas crediticias de Telefónica, pero añade que el calendario y la magnitud de estas operaciones siguen sin estar claros. También podrían tener un impacto positivo los activos de torres, pero este apoyo se ve limitado por los ajustes realizadas por S&P en su análisis.
Respecto a la perspectiva 'estable' del rating, la agencia de calificación crediticia explica que refleja su previsión de que Telefónica mantenga un ratio de deuda ajustado respecto al Ebitda por debajo de cuatro veces "de forma sostenible", según sus criterios.
"Esperamos que las posiciones bien establecidas del grupo y sus redes bien invertidas respalden un flujo operativa de caja libre (FOFC) consistentemente sólido y compensen gradualmente el impacto desfavorable de la pandemia y de la depreciación de las divisas en América Latina", subraya.