La firma ve positivamente el "reposicionamiento" de Enel en mercados clave
La agencia de calificación crediticia S&P Global ha decidido mantener el rating de Enel como emisor a largo plazo en 'BBB+', al tiempo que ha dejado sin cambios la perspectiva en 'negativa' debido a su limitad margen de maniobra, según ha indicado en un comunicado.
En concreto, la firma ve positivamente el "reposicionamiento" de Enel en mercados clave que reduce su exposición de riesgo, así como su salida de varios activos gasistas. Sin embargo, esto "no será suficiente para aliviar la presión en las métricas crediticias en 2023 que ha acumulado entre 2020 y 2022", ha indicado S&P.
La calificadora considera que la deuda alcanzará un pico de 82.000 millones este año, especialmente por la intervención regulatoria negativa de Italia, una caída de la producción hidroeléctrico y a un gran incremento de su base de clientes creando posiciones largos en el mercado mayorista de la electricidad.
En este contexto, Enel tiene previsto entre 2023 y 2025 vender activos por valor de 21.000 millones y reducir su gasto de capital en 5.000 millones respecto al plan anterior. La perspectiva 'negativa' se debe a que S&P considera que este plan de rotación de activos está sujeto a "riesgo de ejecución", al tiempo que afirma que el elevado gasto de capital y remuneración a accionistas está afectando al perfil de riesgo de la empresa.
S&P considera que los fondos sobre operaciones frente a la deuda alcanzarán una ratio del 18,5% en 2023, lo que supone una mejoría respecto al 15% observado en 2022. Sin embargo, esta cifra está por debajo del 20% que necesita para mantener el rating actual. Si la empresa no alcanza esa cota en 2023 o no se mejora la liquidez, sufrirá una rebaja del rating.