En ambos casos con perspectiva estable
La agencia internacional de calificación crediticia S&P ha decidido elevar la nota de Grupo Prisa de “B-” a “B”, con perspectiva estable, una vez cerrada la adquisición del 25% de Santillana que no controlaba y alcanzar el 100% de su negocio educativo.
Asimismo, Prisa ha explicado que Moody's, otra de las grandes agencias internacionales de rating, ha asignado al Grupo una nota de 'B2', con perspectiva 'estable'; y ha añadido que cuenta con el rating de Fitch, que es 'B', de nuevo con perspectiva 'estable'.
"Estas calificaciones son un reconocimiento a la mejora significativa de la situación financiera del Grupo, así como de la fortaleza de su negocio", ha destacado la compañía, para después agregar que "siguen incrementando la transparencia financiera de Prisa de cara a los mercados de capitales".
COMPRA DEL 25% DE SANTILLANA
Prisa adquirió en abril el 25% de Santillana y alcanzó el control del 100% de su filial de educación. El importe de la operación fue de 312,5 millones de euros, abonados en efectivo al vendedor, tras la firma de la compraventa con Victoria Capital Partners.
Además, Santillana pagará a Victoria Capital Partners el dividendo preferente correspondiente a sus participaciones por el ejercicio 2018 y por la parte que corresponda del ejercicio 2019 hasta el día de hoy.
"Dadas las buenas perspectivas de crecimiento del negocio, especialmente en el vinculado al mundo digital, la adquisición del 25% de Santillana de Victoria Capital Partners permitirá maximizar el valor del activo, incrementar la generación de caja del grupo al eliminar el dividendo preferente anual de 25,8 millones de dólares y flexibilizar la estructura financiera de la compañía", según explicó la compañía en un comunicado.
Los fondos para el pago de la operación proceden de recursos disponibles en el balance de Prisa y de la ampliación de capital de 200 millones que se cerró en abril. Los inversores que ya eran accionistas del grupo antes de la ampliación han suscrito más del 60% de la ampliación.
Prisa cerró 2018 con un Ebitda comparable de 298 millones, lo que supuso un incremento del 10,3% respecto al ejercicio precedente. A lo largo de año pasado, el plan de eficiencia del grupo arrojó un ahorro de 48,5 millones, cuando la previsión era de 40 millones en tres ejercicios. La generación de caja fue de 42 millones, en tanto que la deuda neta a finales del año se situó en 929 millones, frente a 1.422 millones a diciembre de 2017. Prisa puso, además, en marcha un plan de desinversiones de más de 60 millones de euros.