La firma alemana lo haría como parte de la nueva estrategia 'Visión 2020' que va a poner en marcha
El gigante alemán de la ingeniería Siemens planea acometer un recorte de empleos que ascendería a 20.000 puestos de trabajo en sus oficinas. Esta medida se adoptaría como parte de la nueva estrategia 'Visión 2020' que, tiene previsto implementar próximamente.
Se haría para ahorrar costes, según recoge la revista Manager Magazin de la que se hacen eco Reuters y Bloomberg, y abarcarían no sólo gastos administrativos en personal, sino también gastos legales, financieros y en su división de servicios compartidos. Así lo explicó el CEO de la compañía, Joe Kaeser, a los inversores en un encuentro a principios de agosto.
El plan 'Visión 2020' tiene como objetivo simplificar la estructura de la compañía alemana, aunque el plan no afectaría los puestos de trabajo en la industria manufacturera. Si se lleva a cabo el recorte de empleo previsto, equivaldría a un 5% de la plantilla de la empresa, que asciende a un total de 380.000 personas.
Kaeser pretende, según habría dicho a los inversores, aumentar la eficiencia en un 20% en funciones administrativas clave, y obtener ahorros de hasta un 20% en los campos de la tecnología de la información y los servicios compartidos, recoge la revista. Estos ahorros ayudarán a elevar el margen en 2 puntos porcentuales, en línea con el objetivo de 'Visión 2020'.
Siemens, con sede en Múnich, ha anunciado su plan más radical de los últimos años este mismo mes, coincidiendo con la presentación de resultados: tiene intención de reducir el número de divisiones operativas de cinco a tres a partir de octubre de este año. Asimismo, intenta asociarse con otra empresa para reflotar su debilitado negocio de turbinas de gas, lo que incluiría una posible transacción con participación china.
De este modo, las actuales divisiones de la compañía Tecnologías de Construcción, Gestión Energética, Gas y Electricidad, Factoría Digital y gran parte de Procesos Industriales se combinarán y formarán tres nuevas compañías operativas, mientras que las unidades de negocio de la compañía también se realinearán, se afinará su enfoque y serán asignadas a las tres compañías operativas: Gas y Electricidad, Industrias Digitales e Infraestructuras Inteligentes.
El grupo alemán obtuvo un beneficio neto atribuido de 5.248 millones de euros en los nueve primeros meses de su año fiscal, lo que representa un incremento del 11% en relación con el resultado correspondiente al mismo periodo del ejercicio precedente. Asimismo, los ingresos de la multinacional alemana en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal disminuyeron un 0,3% interanual, hasta 60.437 millones de euros, mientras que los pedidos en cartera sumaron 67.596 millones de euros, un 8,8% más.
De cara al futuro, la multinacional alemana espera lograr un beneficio por acción básico de entre 7,70 y 8 euros, reiterando su expectativa de un "crecimiento modesto" de los ingresos, sin tener en cuenta el impacto del tipo de cambio, mientras que Siemens confía en alcanzar un margen sobre beneficios de entre el 11% y el 12% para su negocio industrial.
Ya cuando anunció los nuevos planes empresariales, Kaeser dijo que "al desarrollar aún más nuestra estrategia, estamos creando la compañía Siemens de la próxima generación. Menos gestión por parte de la sede central y más libertad para nuestras empresas nos hará más fuertes y más flexibles".