La normativa contable obliga a apuntar este gasto sobre el beneficio atribuido, no antes
Los propietarios de los CoCos de Santander y BBVA se embolsaron unos 873 millones de euros por los intereses devengados por estos instrumentos en 2018. Este pago, por normativa contable, se descuenta después de calcular el beneficio atribuido, es decir, el que se da a conocer al mercado, como si se tratara de un dividendo. Teniendo en cuenta los cinco mayores bancos del país, el gasto total por los intereses de los CoCos fue de unos 1.045 millones de euros.
Santander y BBVA pagaron unos 560 y 313 millones de euros, respectivamente, en intereses a los propietarios de sus participaciones preferentes contingentemente convertibles. La normativa contable exige a las entidades que descuenten este gasto del beneficio atribuido a los propietarios de la entidad dominante, de forma que se considera parte de la distribución del beneficio, como ocurre con el dividendo.
Todo a pesar de que el pago del interés de los CoCos es obligatorio una vez se ha emitido la deuda, algo que no ocurre con el dividendo. Las entidades, como cualquier otra compañía, tienen la capacidad de suspender la distribución de dividendo si lo consideran necesario, pero no pueden librarse de pagar el interés de la deuda emitida, como son estas participaciones contingentemente convertibles.
Los CoCos son un instrumento híbrido que está a caballo entre la deuda, porque devenga intereses, y el capital, porque tiene capacidad de absorción de pérdidas, lo que se conoce con el término anglosajón bailinable. No tienen un vencimiento concreto, sino que son perpetuos, por lo que no es obligatorio amortizarlos, como hizo Santander recientemente con una emisión de 2014.
Además, en un determinado momento pueden llegar a convertirse en acciones, es decir, en un instrumento que permitiría al banco “autosalvarse” o ser bailinable. Es por esto que a los propietarios de los CoCos se les considera potenciales accionistas y, por ello, el pago de sus intereses se resta del beneficio atribuido a los propietarios de la entidad dominante. Es decir, del que se considera el beneficio real del banco.
EMISIONES VIVAS
Santander tenía al cierre de 2018 varias emisiones abiertas, tanto en España como en otros países, como México, Brasil o Polonia, de CoCos y de deuda subordinada. El pago de intereses a los titulares de CoCos ascendió a 560 millones de euros, superior al de los años anteriores (395 millones en 2017 y 334 millones en 2016), mientras que el de la deuda subordinada le generó un coste de 770 millones de euros (966 millones en 2017 y 945 millones en 2016).
Así, el resultado de la actividad ordinaria de Santander, es decir, su beneficio (7.810 millones de euros) descontado este importe, se queda en 7.250 millones de euros, de forma que el beneficio básico de la entidad (resultado neto entre número de acciones) fue de 0,449 euros por título.
En el caso de BBVA, el coste de los intereses de los CoCos fue de 313 millones de euros en 2018, frente a los 301 millones que pagó por este concepto la entidad el año anterior. Así, el beneficio una vez restado el coste de los intereses de estas participaciones se quedó en 5.011 millones de euros de forma que el beneficio básico por acción fue de 0,76 euros por título.
El banco que preside Carlos Torres mantenía 19 emisiones de financiación subordinada vivas al cierre de 2018, así como otras siete correspondientes a instrumentos convertibles emitidas entre mayo de 2013 y septiembre de 2018.
En cuanto al resto de grandes entidades, las cantidades fueron considerablemente menores. En CaixaBank, la cifra pagada a los titulares de sus CoCos fue de unos 83 millones de euros en 2018 (26,1 millones el ejercicio precedente), tras lo cual el beneficio básico por acción se queda en 0,32 euros por acción. Bankia, por su parte, ingresó a los dueños de sus CoCos unos 38 millones de euros (frente a 14 millones en 2017), tras lo que obtuvo un beneficio básico por acción de 0,22 euros. En Sabadell, la cifra ascendió a 51,3 millones de euros (23,5 millones en 2017), por lo que su beneficio básico fue de 0,05 euros por acción