El consenso espera una subida del pago en metálico y más recompras de acciones
El dividendo de Banco Santander está el centro de todos los focos. La entidad cántabra está lista para anunciar el primer dividendo enmarcado dentro de la nueva política de remuneración al accionista, anunciada a comenzos de año. Entonces, Santander se comprometió a elevar el 'pay out' del 40% al 50% sobre su beneficio neto, razón por la que el mercado espera que el dividendo ascienda aproximadamente a unos 2.600 millones de euros tras ganar unos 5.241 millones en el primer semestre del año, un 7% más en tasa interanual.
De esta cantidad, se prevé que alrededor de la mitad, unos 1.300 millones, se repartan en efectivo, debido a la actual política del banco de retribuir a los accionistas en metálico y mediante programas de recompras de acciones, para su posterior amortización.
En este sentido, el consenso espera que el dividendo en metálico sea aproximadamente de 0,08 euros brutos por acción, un 37% más que el anunciado el año pasado a finales de septiembre de 2022, cuando confirmó un dividendo 0,0583 euros.
En los últimos años, la firma cántabra acostumbra a aprobar en septiembre el primer dividendo del ejercicio a cuenta de los resultados del ejercicio, que posteriormente reparte a inicios de noviembre.
De igual modo, se prevé que destine unos 1.300 millones de euros a un nuevo programa de recompra de acciones que, a precios de mercado actuales, permitiría al banco adquirir algo más de 370 millones de acciones, representativas del 2,3% del capital.
Asimismo, se espera que el banco amortice las acciones una vez readquiridas, lo que permitiría reducir el capital social y aumentar el valor de los títulos en circulación. El número de acciones se ha reducido alrededor de un 7% desde máximos de 2020 y se sitúa ahora en niveles prepandemia, concretamente de 2017. En lo que va de año, los títulos del banco han repuntado por encima del 20%.
Santander cerró en abril su último programa de recompra de acciones, para el cual destinó más de 921 millones de euros para adquirir un 7% de su capital social. Esto, según explicó el consejero delegado de la entidad, Héctor Grisi, supuso la retirada de más de 1.100 millones de acciones del mercado.
Como decimos, Santander obtuvo un beneficio atribuido de 5.241 millones de euros en el primer semestre de 2023, un 7% más que en el mismo periodo del año anterior, gracias al fuerte crecimiento de los ingresos, especialmente en Europa, que neutralizó el aumento interanual de las provisiones en Norteamérica y Sudamérica. En el segundo trimestre estanco, el beneficio atribuido aumentó un 14% frente al mismo trimestre del año anterior, hasta los 2.670 millones de euros. El número de clientes del grupo creció en nueve millones en los últimos doce meses, hasta los 164 millones.
Recientemente, el banco cántabro ha reestructurado su negocio en torno a cinco áreas globales. En este sentido, Santander ha decidido consolidar los negocios de banca minorista y comercial y de consumo de todos los mercados bajo el paraguas de dos nuevas áreas de negocio globales: Retail & Commercial (dirigida por Daniel Barriuso) y Digital Consumer Bank (liderada por José Luis de Mora). Las otras tres áreas son Payments, que incluye PagoNxt (encabezada por Javier San Félix) y Global Cards (dirigida por Matías Sánchez); Corporate & Investment Banking, gestionado por José M. Linares; y Wealth Management & Insurance, dirigida por Víctor Matarranz.
Con estos cambios, la firma espera "lograr los objetivos estratégicos marcados en el Investor Day de febrero para, entre otras cosas, aumentar el número de clientes en 40 millones de cara a 2025, incrementar el retorno sobre el capital tangible (RoTE) al 15-17% y alcanzar un crecimiento de doble dígito de media anual en la suma del valor contable tangible (TNAV) por acción más el dividendo por acción a lo largo del ciclo".