El resultado bruto de explotación (Ebitda) avanzó un 7,2%, hasta 527 millones
Sacyr ganó 47 millones de euros en los nueve primeros meses del año, una caída del 61,4% respecto a los 122 millones que ganó en el mismo periodo del año pasado, tras una provisión de 85 millones de euros por el revés judicial en las obras del Canal de Panamá, que provocó un desplome del 20% en sus acciones.
En el plano operativo, la cifra de negocios aumentó un 5,6%, hasta los 3.203 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) avanzó un 7,2%, hasta los 527 millones de euros, un 78% procedente de sus actividades concesionales.
Sin tener en cuenta esta provisión, la compañía destaca que el beneficio hubiese crecido hasta un 8%, con todas sus principales magnitudes de su cuenta de resultados en terreno positivo, y descarta así cualquier efecto negativo derivado de la crisis del coronavirus.
De esta forma, la firma defiende que todas las actividades del grupo prosiguieron con normalidad en los tres primeros trimestres del año, tras acometer medidas preventivas en sus centros de trabajo, así como contribuir a paliar los efectos de la pandemia en el conjunto de la sociedad.
Sacyr recuerda, además, que la reclamación realizada respecto al Canal de Panamá, cuya resolución fue negativa, tan solo supone el 8,8% del total de reclamaciones interpuestas por el consorcio del que forma parte y que seguirá defendiendo sus argumentos en futuras instancias internacionales.
La compañía también defiende que el pago de unos 85 millones de euros que le corresponde por este laudo podrá atenderlo "sin comprometer proyectos actuales ni su plan de crecimiento" a partir de su "sólida situación financiera".
En concreto, el grupo aumentó su liquidez hasta los 300 millones de euros a cierre del trimestre, mientras que su deuda neta alcanzó los 4.788 millones de euros, tras incrementarse en el último año en 473 millones de euros para la financiación de proyectos.
Respecto a su participación del 8% en el capital de Repsol, Sacyr asegura que las bajadas de precio de la petrolera no han tenido ningún impacto en la caja del grupo, aunque sí ha supuesto un ajuste en el valor en libros de Repsol hasta los 6,72 euros por acción.
Aun así, defiende tener cubierta su posición mediante derivados financieros y que, con las últimas modificaciones en las estructuras de derivados, el grupo podrá beneficiarse de la revalorización de la acción a partir de 8,5 euros por acción para más de 25 millones de acciones.