La petrolera está inmersa en un proceso de diversificación de su negocio
El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, se ha encarecido un 19,5% desde que comenzó el año. Sin embargo, las acciones de Repsol apenas han repuntado un 0,7% en el mismo período. La petrolera está inmersa en un proceso de diversificación de su negocio, para apostar por otros tipos de energía, y los inversores se muestran prácticamente impasibles a las variaciones del precio del crudo.
Repsol no ha sabido aprovechar en bolsa los fuertes rallys que ha vivido el petróleo en 2019. El primero se observó en los cuatro primeros meses. Durante este período, el barril de Brent repuntó un 35% y los títulos de la compañía española solo se incrementaron en un 7,5% (por debajo de la subida del 12% que observó el Ibex).
La segunda tendencia alcista se inició el 13 de junio tras el incendio de un petrolero en el Mar de Omán, que aumentó las tensiones entre EEUU e Irán. Desde entonces, el petróleo Brent suma un 7%, mientras que Repsol pierde un 1,3%.
Entre medias, el crudo sufrió una corrección del 17,5%. Estas caídas también fueron ajenas a la petrolera, que registró unas pérdidas del 5% durante este período, más afectada por el 'sell in may and go away' (vende en mayo y huye) que vivió la renta variable durante el quinto mes del año.
El analista de XTB, Joaquín Robles, apunta que "Repsol está diversificando su negocio durante los últimos años para no depender tanto de los precios del petróleo. Durante los últimos meses hemos visto como la petrolera española invertía tanto en energía eléctrica, como en puntos de carga".
A principios de febrero se conoció que la compañía estaba estudiando la adquisición del grupo de renovables X-Elio. Finalmente, decidió abandonar la puja por las altas pretensiones de sus propietarios (KKR y Gestamp). Aún así, dejó clara su intención de apostar por otro tipo de energías, como ha demostrado tras la adquisición de dos proyectos eólicos y uno solar en julio.
La estrategia de Repsol contempla tener una capacidad total instalada de 4.500 megavatios para 2025. Faltan cuatro años y medio para llegar a esa fecha y, tras la integración de estos tres nuevos proyectos, ya ha superado los 4.000 megavatios, lo que supone el 90% del objetivo final. Sin embargo, el petróleo sigue siendo el principal mercado de la compañía.
A día de hoy, los analistas le dan un 67% de recomendaciones de compra, según los datos de FactSet. Solo el 7% aconseja vender, mientras que el 27% defiende que hay que mantener. Este consenso del mercado le otorga un precio objetivo de 18,02 euros, frente a los 13,69 euros en los que ha cerrado este martes, lo que demuestra el camino que aún le queda por recorrer a la compañía en bolsa.
TÉCNICAS REUNIDAS TAMBIÉN DESAPROVECHA EL PETRÓLEO
Técnicas Reunidas es otro de los valores que históricamente ha estado muy ligado al petróleo. Sin embargo, la ingeniera española sube un 3% en lo que va de 2019, un porcentaje muy alejado del repunte que marca el petróleo. En su caso, el problema reside en el éxito o el fracaso en las adjudicaciones de concursos internacionales, que le ha llevado a observar gran volatilidad en su facturación.
En el primer trimestre del año, la compañía redujo sus ingresos en un 21%, hasta los 915 millones de euros. Técnicas Reunidas explicaba que se debe al desequilibrio actual de la cartera de pedidos. Sea como sea, la compañía estuvo inmersa en una crisis bursátil que le llevó a salir del Ibex en junio.
En su caso, los analistas le dan un precio objetivo de 26,95 euros, frente a los 22 euros que registra este martes. Un 31% de ellos recomienda comprar, mientras que otro 31% aconseja vender y el 38% restante apuesta por mantenerse a la espera.