Aunque el Brent todavía se encuentra lejos de los máximos de hace unas semanas
Repsol ha sido el valor más alcista del Ibex 35 este lunes, impulsado por el rebote del petróleo, después de la guerra que ha estallado este fin de semana entre Israel y Palestina. Otras petroleras como Shell, BP o TotalEnergies también han avanzado posiciones. Por su parte, el sector de aerolíneas ha sido el más castigado por este conflicto.
El petróleo sube con fuerza esta lunes (barril Brent: +3,8%, 87,83 dólares). Sin embargo, el crudo está aún lejos de los máximos del año que marcó hace varias semanas y que situaron al Brent al filo de los 100 dólares.
El hecho de que Irán haya apoyado a los palestinos para lanzar su ataque, justo cuando Israel y Arabia Saudí estaban cerca de establecer relaciones diplomáticas, supone un duro golpe para la política exterior de Estados Unidos.
Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, afirma que "es difícil predecir la magnitud de la acción de precios en respuesta a los choques geopolíticos. El hecho de que EEUU e Irán estén involucrados en la turbulencia sugiere que las tensiones podrían aumentar aún más.
Desde una perspectiva de precios, se espera que el nivel de 90 dólares por barril ofrezca una fuerte resistencia en el crudo estadounidense, ya que la escalada y la prolongación de las tensiones en Oriente Medio podrían ser la gota que colme el vaso y llevar al mundo muy cerca del borde de la recesión, lo que podría moderar el apetito por el petróleo. Aún es demasiado pronto para afirmarlo con certeza".
Desde una perspectiva geopolítica, esta guerra es diferente a la de 1973 porque el panorama político y geopolítico es diferente, explica la experta. En primer lugar, los países árabes no están atacando a Israel de manera conjunta. En segundo lugar, los países de la OPEP tienen capacidad de reserva que restringen de manera voluntaria para mantener el precio del petróleo por encima de los 80 dólares por barril, pero no necesariamente piensan en triplicar los precios del petróleo, lo que solo aceleraría la transición energética.
En tercer lugar, Estados Unidos podría seguir utilizando sus reservas estratégicas de petróleo para amortiguar un posible shock de precios, aunque las reservas estratégicas de petróleo han llegado a su punto más bajo en 40 años después de la guerra en Ucrania.
"Por último, la guerra en Ucrania y el embargo al petróleo ruso ya están en juego y Occidente tiene poco margen para imponer otro embargo al petróleo árabe. Dicho esto, una posible represalia contra Teherán representa un serio riesgo al alza para los precios del petróleo. Seguiremos de cerca los acontecimientos, pero no especulamos por ahora sobre un aumento drástico en los precios del petróleo", concluye Ozkardeskaya.