La volatilidad del gas y el crudo causó un efecto negativo de 790 millones
Repsol perdió 487 millones de euros en el primer trimestre de 2020. "La volatilidad de las materias primas internacionales (petróleo y gas) impactó de manera extraordinaria en la valoración de los inventarios de la compañía, con un efecto negativo de 790 millones, debido principalmente al efecto patrimonial", lo que provocó esas pérdidas netas, ha explicado al petrolera. El resultado neto ajustado del primer trimestre de 2020 ascendió a 447 millones, un 28% inferior al del mismo periodo de 2019. En el primer trimestre de 2019, la compañía obtuvo un beneficio neto de 608 millones de euros.
La cotización media de los crudos Brent y WTI disminuyó un 21% y un 17%, respectivamente, respecto a los primeros tres meses de 2019. Así, al cierre del trimestre, el Brent cotizaba por debajo de 20 dólares por barril. En el caso del gas, los descensos fueron todavía más bruscos, con caídas que oscilaron entre el 36%, en el caso del Henry Hub, y el 56% en el del Algonquín.
Repsol ha subrayado que el beneficio neto ajustado de 447 millones se ha logrado "en un contexto de extraordinaria dificultad, marcado por la brusca y profunda caída de los precios del crudo y del gas, el desplome de la demanda por el Covid-19 y el papel de servicio público esencial desempeñado por Repsol en la crisis sanitaria global".
Tras analizar el entorno económico, Repsol ha adoptado un Plan de Resiliencia para 2020 que contempla reducciones añadidas de más de 350 millones de euros en los gastos operativos y de más de 1.000 millones en las inversiones, así como optimizaciones del capital circulante próximas a 800 millones respecto a lo inicialmente presupuestado al inicio del año.
Pese al complicado contexto, la compañía ha reiterado su compromiso de remuneración al accionista durante 2020. Por lo tanto, se prevé que en el mes de julio se abonen 0,55 euro por acción, bajo la fórmula de 'scrip dividend', en sustitución del dividendo complementario, una vez sea aprobado por la próxima junta general de accionistas. Repsol mantiene así su compromiso de una retribución total al accionista en 2020 de 1 euro por acción.
La petrolera ha subrayado que cuenta con una holgada liquidez financiera, que a cierre de marzo le permite cubrir sus vencimientos de deuda a corto plazo y más allá, hasta el año 2024 incluido, sin necesidad de refinanciación. Repsol se reforzó a principios de abril con dos emisiones de bonos por un importe total de 1.500 millones de euros, a cinco y diez años, respectivamente, con una demanda que superó en más de 2,6 veces la oferta. Asimismo, incrementó las líneas de crédito comprometidas en 2020 en 1.300 millones de euros.
La deuda neta a 31 de marzo alcanzó los 4.478 millones de euros, frente a los 4.220 millones del cierre del ejercicio anterior. En línea con su Plan de Resiliencia 2020, Repsol estima que la deuda neta de la compañía no se incremente a cierre del ejercicio con respecto a 2019.
En este difícil contexto por la pandemia del Covid-19, Repsol ha priorizado su compromiso de garantizar el suministro de productos y servicios energéticos indispensables para la sociedad sobre los criterios habituales de rentabilidad, según ha precisado la compañía.
"Estoy orgulloso de la forma en que Repsol se ha adaptado a este escenario, y ha empleado todas sus capacidades tecnológicas, industriales y humanas también para luchar contra el coronavirus. Nuestra compañía cuenta con una cultura de disciplina, flexibilidad y cooperación que nos permite afrontar retos como el que esta crisis está representando. Esta cultura también es fundamental para resolver los desafíos a los que se enfrenta nuestra industria, ante los que reafirmamos nuestro compromiso de liderar la transición energética", ha destacado el consejero delegado del grupo, Josu Jon Imaz.
El negocio Comercial y Renovables obtuvo un resultado de 121 millones de euros, frente a los 137 millones del mismo periodo de 2019. Las restricciones impuestas para combatir el coronavirus redujeron la demanda y afectaron al área de Movilidad. Por su parte, GLP también redujo sus ventas debido al impacto que el Covid-19 tuvo en el sector de la hostelería y la restauración y a las temperaturas más elevadas registradas en enero y febrero.
En lo que se refiere al negocio Industrial, aumentó su resultado un 6%, hasta los 288 millones de euros, que comparan con los 271 millones logrados en el primer trimestre del año anterior. El negocio logró compensar la negativa influencia del volátil entorno de precios y la reducción de la demanda, que afectaron principalmente al área de Refino.
Con respecto a Química, el área se vio afectada por los mantenimientos en sus instalaciones de Sines y Tarragona. Además, desde el comienzo de la pandemia ajustó sus operaciones ante la caída de la demanda de sectores como el automovilístico y el aumento en otros vinculados con la sanidad y la alimentación, vitales en la lucha contra el Covid-19, para los que sus materias primas son indispensables.
Por último, el negocio de Upstream logró un resultado de 90 millones de euros, frente a los 323 millones conseguidos entre enero y marzo de 2019, lastrado principalmente por la caída extraordinaria de los precios de las materias primas de referencia internacional. La producción media aumentó un 1,4%, hasta los 710.300 barriles equivalentes de petróleo al día.