Sitúa el valor de sus acciones en los 14,2 euros frente a los 13,8 euros previos, con un potencial del 43%
Deutsche Bank revisa al alza el precio objetivo de las acciones de Repsol: lo sitúa en los 14,2 euros frente a los 13,8 euros previos, con un potencial del 43%. Además, mantiene su recomendación de 'compra' sobre la compañía.
En un reciente informe explican que, aunque su visión global de Repsol es la más baja de su cobertura, obstaculizada por un punto de partida de intensidad de descarburación relativamente baja y un ROACE relativamente bajo, "esto es más que descontado por el mercado, lo que hace que el balance de los fundamentales frente a la valoración de Repsol sea tan convincente como la ofrecida por TotalEnergies, BP y Shell".
"Nuestro pronóstico de emisiones negativas de CO2 de 2019-2025 compensa en cierta medida el punto de partida de métricas de intensidad de emisiones relativamente bajas, y es probable que reciba más ayuda en el futuro por gas", añaden los analistas.
Como señalan, Repsol tiene un negocio de energía renovable en rápido crecimiento, con 1,2 GW a finales de 2020 y un objetivo de multiplicarlo por casi 5 para finales de 2025 y 11 veces para 2030, y planea cultivar biocombustibles en el mix de refinación para ayudar a reducir las emisiones netas, junto con H2 verde y un creciente negocio de carga de vehículos eléctricos.
Además, Repsol ha declarado que prevé una recompra de 200 millones de acciones para 2022-2025 (ya que el Brent supera los 50 dólares el barril), lo que implica una reducción potencial del recuento de acciones del 13% durante ese período. También ha manifestado su ambición de posiblemente OPI de una parte de sus operaciones de Renewables Powergen, "lo que creemos que podría resaltar el valor oculto de este negocio de rápido crecimiento".
En cuanto a los riesgos, Deutsche Bank incluye tres: una demanda de gas estadounidense más débil de lo esperado debido a cierres de Covid más severos; posibles retrasos o aplazamiento de una oferta pública inicial o venta comercial del segmento de energías renovables; y cualquier cambio adverso en los impuestos de alcance 3 del carbono de la UE que afecten a sus negocios de refinación europeos.