El consejero delegado de la automovilística sigue buscando la financiación necesaria
Elon Musk sigue buscando dinero para poder sacar a Tesla (-16% en las últimas 12 sesiones) de Wall Street. El excéntrico consejero delegado de la automovilística aseguró en su ya famoso tuit del 7 de agosto que tenía la "financiación asegurada" para la exclusión en bolsa de su compañía, pero los días pasan... y los, aproximadamente, 70.000 millones de dólares para hacerlo posible siguen sin aparecer.
Steve Jobs quería construir un vehículo eléctrico allá por 2008. Seis años después, Tim Cook, financiaba el proyecto de su antecesor en el cargo. Hasta la fecha, los rumores de la industria apuntan a que ese automóvil podría llegar en 2025. Para entonces, los de Cupertino corren el riesgo de llegar cuando la fiesta ya ha empezado.
El consejero delegado de la automovilística sigue buscando la financiación necesaria
Los avances de Google sí son más elogiables. La otra tecnológica de Silicon Valley puso en funcionamiento su primer vehículo eléctrico (y sin conductor) hace unos cuatro años, aunque desde entonces la compañía ha preferido centrarse en mejorar el software.
Y delante de todos ellos, mirándoles por el retrovisor, está Tesla. La fabricante de Musk ha logrado lo que nadie ha conseguido hasta el momento en el sector. A través de un duro camino, la automovilística está logrando sacar adelante 6.000 coches eléctricos a la semana.
Pero Tesla necesita dinero para poder pagar su billete de vuelta y salir de Wall Street. Musk fijó los 420 dólares por acción como el precio al que quería llevar a cabo la exclusión en bolsa de su firma. Desde entonces, un carrusel de posibles socios estratégicos se ha sucedido. Entre todos ellos, el que más ha sonado con fuerza es Arabia Saudí.
El propio CEO de Tesla aseguró en una publicación dentro del blog de la automovilística que el fondo soberano saudí llevaba tiempo queriendo sacar de bolsa a su compañera. Pero, ¿es realmente el socio ideal? Para Vivek Wadhwa, colaborador de MarketWatch, los vehículos eléctricos hacen que el precio del petróleo caiga en picado y diezman, entre otros, el valor de las reservas de petróleo saudíes. Por tanto, una asociación entre ambos parecería un contrasentido.
"LAS TECNOLÓGICAS COMPARTEN OBJETIVOS"
Las tecnológicas como Tesla, Google y Apple, sin embargo, comparten objetivos y ambiciones, según este gurú. En el caso de las dos últimas, ambas tienen el dinero, la tecnología y la maquinaria suficientes para mejorar enormemente la oferta de Tesla. Además, los de Musk aportarían a Apple la plataforma tecnológica desde la que poder lanzar una nueva línea de productos. Algo que los de Cupertino necesitarán si quieren mantener su capitalización bursátil en el billón de dólares.
Para este gurú, desde el lanzamiento del iPhone en 2007, Apple no ha "cambiado el mundo" y, con las tecnologías aplicadas al sector automotriz y al almacenamiento solar de Tesla, podría volver a hacerlo. Al fin y al cabo, Apple tendría en sus manos "el segundo mejor software de la industria de los vehículos autónomos". El iCar puede ser posible. Tesla podría, a cambio, implementar en sus vehículos eléctricos algunos servicios de Apple como el iPad, iTunes, la App Store y Apple TV.
Por su parte, Google también debería estar interesado en Tesla. Sin tener la capacidad de fabricación de Apple, su software y su sistema de mapeo están "uno o dos escalones por encima de cualquier otro". De esta forma, Waymo podría seguir centrándose en el software y Tesla, trabajar en el hardware dentro de ese binomio aparentemente idílico entre ambas. Morgan Stanley acaba de valorar Waymo en 175.000 millones de dólares, por lo que poner sobre la mesa los 70.000 millones que, aproximadamente, costaría sacar a Tesla de bolsa, "no parece nada descerebrado".
Wadhwa apuesta que "Musk aceptaría una oferta que resolviera sus problemas financieros y le diera autonomía", liberándose así de "los dolores de cabeza que da la financiación y la presión de cotizar en bolsa", permitiendo "al mayor innovador del mundo desarrollar ideas revolucionarias que transformen industrias enteras como la automovilística, la energética y la espacial". Sin duda, "sería una apuesta ganadora para Tesla y para la Humanidad".