La empresa ha realizado un ERTE que ha afectado al 66% de la plantilla
Quabit perdió 40,9 millones de euros en el primer trimestre de 2020 frente al beneficio de 983.000 euros del mismo periodo de 2019. El resultado de explotación se situó en -39 millones de euros. La compañía ha explicado que el resultado se ha visto impactado negativamente por la provisión de deterioro registrada en marzo de 2020, por importe de 37 millones de euros.
En este escenario, Quabit ha mejorado sus resultados operativos con una cifra de negocio de 29 millones de euros, un 69% más que en el mismo periodo de 2019, debido, fundamentalmente, al mayor número de entregas y a la aportación de 2,1 millones de euros de ingresos con terceros correspondientes a Quabit Construcción (antes Rayet Construcción).
El EBITDA del primer trimestre se ha mantenido en línea con el de 2019, con una ligera mejora del 2%, aunque continúa en negativo (–1 millón de euros).
La deuda neta aumenta un 3%, hasta los 309 millones de euros. La compañía ha precisado que, a lo largo de este año, la deuda se irá reduciendo como consecuencia de las entregas de viviendas.
Quabit ha señalado que posee un banco de suelo consolidado con cerca de 800.000 metros cuadrados edificables de los que, aproximadamente, el 70% corresponde a suelo 'ready to build' y el 30% está en planeamiento. También ha explicado que, durante los tres primeros meses del año, ha entrado ya en una fase de entregas relevante que se hará más pronunciada y se materializará de manera consistente durante los próximos trimestres. En concreto, en el primero de este año ha entregado 177 viviendas, lo que supone un incremento del 471%. "A pesar de los efectos de la pandemia en el mercado residencial, no se observa un impacto relevante en las entregas previstas de las promociones terminadas, y suma otras 187 viviendas más hasta el 31 de mayo", ha dicho Quabit.
Quabit ha indicado que se encuentra en pleno proceso de evaluación del impacto económico de la crisis del Covid-19 en sus previsiones financieras para los próximos meses y, en un primer análisis, ha procedido a registrar la mencionada corrección de valor de sus suelos en planeamiento, que son los que mayor impacto podrían recibir ante las incertidumbres derivadas de la crisis de la pandemia.
Además, ha congelado las inversiones en suelos y ha reducido sus gastos operativos. En este sentido, el Consejo de administración acordó el 30 de abril una reducción del 20% de su salario bruto. También, el pasado 7 de mayo se hizo efectivo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causas productivas que ha afectado aproximadamente al 66% de la plantilla.
También se han paralizado temporalmente 4 obras de construcción en promociones con un bajo nivel de preventas. No obstante, la empresa ha declarado que disponer de una constructora propia se ha convertido en una ventaja competitiva porque le ha permitido asumir de manera ágil la ejecución de las obras de sus promociones adjudicadas a terceros que han presentado problemas por el Covid-19.