Representan un 13% menos del número inicial de puestos que el banco iba a recortar
Santander y los sindicatos han llegado a un principio de acuerdo por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la entidad va a poner en marcha este año una vez que el banco ha rebajado el número de afectados a 3.223 trabajadores, lo que supone un 13% menos de los inicialmente propuestos (3.713 empleados). El número de oficinas que se cerrarán se mantiene en 1.150.
Estas cifras suponen que la entidad que preside Ana Botín cerrará el 26% de su red de oficinas, mientras que eliminará el 10% de los puestos de trabajo con los que cuenta en la actualidad en España, una vez que ha fusionado su plantilla con la de Popular, banco que adquirió hace ahora dos años.
En la reunión de este jueves, en la que se ha alcanzado un preacuerdo, la entidad ha accedido a garantizar un amplio periodo de adscripción voluntaria al ajuste y a conceder una prima adicional de 15.000 euros a los trabajadores de entre 50 y 54 años que se apunten al ERE. Así, este rango obtendrá el 60% del salario bruto anual pensionable hasta seis anualidades con un tope de 380.000 euros.
Además, este colectivo tendrá primas por voluntariedad de 2.000 euros, una prima adicional de 30.000 euros por más de 15 años de servicio a la compañía y otra prima adicional de 15.000 euros, la que se ha logrado en la reunión de este jueves. Los afectados de este tramo de edad contarán con hipotecas a un tipo preferencial de Euríbor +0,79%.
En el tramo de entre 58 y 61 años, Santander iguala las condiciones del ERE que aplicó en servicios centrales, es decir, otorgar un 80% del salario pensionable, si bien no tendrá primas adicionales. Conservarán las condiciones bancarias de las que disfrutan por ser empleados. Las condiciones del resto de tramos de edad se mantienen respecto a las pactadas en la última reunión.
Así, los que se apunten voluntariamente al ERE y tengan menos de 49 años (o más y una antigüedad inferior a 15 años) recibirán 40 días de salario por año trabajado con un límite de 24 mensualidades, una prima de 2.000 euros (voluntariedad) y otra prima de entre 5.000 y 30.000 euros, dependiendo de la antigüedad del trabajador. También tendrán préstamos en condiciones preferentes.
En cuanto al tramo de 55, 56 y 57 años con más de 15 de antigüedad, los empleados recibirán el 75% del salario pensionable o el 70% con un complemento voluntario. Este colectivo conservará las condiciones como cliente del banco con las que ya cuenta al ser empleado, aunque no recibirá ninguna prima. Los empleados de 58 años que se apunten al ERE con 15 años de antigüedad tendrán las mismas condiciones, pero con el 78% del salario pensionable o el 73% con un complemento voluntario.
Por último, los mayores de 62 años que quieran adscribirse al ERE recibirán 20 días de salario por año trabajado con el límite de una anualidad, conservarán sus condiciones preferentes como clientes y no tendrán primas. Son prácticamente las condiciones que se ofrecieron al inicio de la negociación.
MOVILIDADES DE MÁXIMO 75 KILÓMETROS
Finalmente, la entidad se compromete a mover a sus trabajadores como mucho a 75 kilómetros de su puesto de trabajo actual con las mismas condiciones que ofreció en el ERE de servicios centrales que aplicó en 2017, tras integrarlos con los de Popular.
Así, pagará 0,19 euros el kilómetro durante un máximo de cuatro años más 2.500 euros a los empleados que deban trabajar a entre 26 y 50 kilómetros de su puesto actual. Para los que deban desplazarse entre 51 y 75 kilómetros, el pago por kilometraje será el mismo, pero será válido durante cinco años y, además, recibirán 3.500 euros.