El Gobierno socialista de António Costa busca la aprobación de la Comisión Europea
El Gobierno socialista de António Costa ha puesto en marcha una de sus primeras medidas de calado: subir los impuestos al tabaco, a los bancos, al combustible y de circulación, unas medidas orientadas a reactivar la recaudación que ya se han enfrentado a las primeras críticas.
Según publica ABC, la Asociación del Automóvil de Portugal ha mostrado su indignación por la subida del impuesto de circulación. A esta tasa se suma también una subida a los combustibles, que supondrá hasta siete céntimos más por litro en la gasolina y el gasóleo.
También la banca, un sector golpeado durante la crisis y que se ha enfrentado a rescates y reestructuraciones, se ve afectada por el “tasazo” que ha sacado adelante el Ejecutivo, aprobado en una semana clave para contentar a bruselas con unos planes financieros que hagan frente a las suspicacias de la Comisión Europea por el giro en la política que había dado el Gobierno anterior, con el conservador Pedro Passos Coelho al frente.
Otra de las medidas afectará a BBVA y Bankinter, que se convierten en contribuyentes fiscales por desarrollar sus funciones en Portugal aunque no tengan sede allí
En concreto, las entidades bancarias tributarán más y se cierra la puerta a la exención del impuesto de bienes inmuebles (IBI) para los fondos inmobiliarios. Además, otra de las medidas afectará a entidades españolas, como BBVA y Bankinter, que se convertirán en contribuyentes fiscales por desarrollar sus funciones en Portugal aunque no tengan sede allí.
CONTENTAR A EUROPA Y A LOS SOCIOS DEL GOBIERNO
Está previsto que el Consejo de Ministros apruebe el presupuesto de 2016 actualizado con las modificaciones, que suponen un paso previo para que Bruselas conceda su visto bueno de manera definitiva. Hasta ahora no estaba claro que los presupuestos fueran a lograr la aprobación de la Comisión Europea porque las cuentas no cuadraban.
El ministro de Finanzas, Mário Centeno, se ha enfrentado a un auténtico desafío para contentar a la UE y a sus socios de la izquierda radical al mismo tiempo con esta revisión de los presupuestos. El Gobierno de Costa ha tenido mucho cuidado de no tocar las pensiones y las ayudas sociales para mantener el apoyo del Partido Comunista y el Bloco de Esquerda.
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