El banquero italiano busca una compensación por haber acabado con su carrera
La contratación del bufete De Carlos Remón por parte de Andrea Orcel no tiene como finalidad interponer una demanda contra el Santander, sino negociar con el banco que preside Ana Botín, según fuentes cercanas a las conversaciones. Estas negociaciones, que hasta ahora llevaba un equipo internacional de abogados, pretenden alcanzar un acuerdo para compensar al exresponsable de banca de inversión de UBS por el perjuicio causado por la marcha atrás en su fichaje como consejero delegado del banco español.
Las fuentes consultadas explican que la intención de Orcel es agotar todas las vías de negociación antes de verse obligado a interponer un pleito. Para ello, lleva varias semanas dialogando con Santander a través de sus abogados internacionales, sin éxito hasta el momento. En consecuencia, la contratación de un bufete español pretende dar un impulso a estas negociaciones. La fecha tope que se ha impuesto para llegar a un acuerdo es el 12 de abril, día en que se celebra la junta general de accionistas del Santander, siempre según las fuentes.
La elección de un despacho pequeño y poco conocido como De Carlos Remón obedece, por un lado, a que la mayoría de grandes bufetes españoles trabajan habitualmente con el Santander, lo que implica que tienen conflictos de interés (o al menos que no quieren arriesgarse a perderlo como cliente en el futuro).
Por otro lado, algunas de las fuentes señalan que los asesores de Orcel consideran que este despacho conoce bien al banco y este tipo de conflictos; en el pasado, ha pleiteado contra el banco en el caso Abengoa. Está dirigido por José Manuel de Carlos, hermano del socio director de Uría Menéndez -el bufete de cabecera de Santander-, Luis de Carlos, ambos hijos del homónimo expresidente del Real Madrid.
COMPENSACIÓN POR ACABAR CON SU CARRERA
¿Y qué pretende conseguir Orcel en esta negociación? Las fuentes explican que no se trata de recuperar los famosos 50 millones a los que renunció en UBS para poder fichar por el Santander, sino de algo más complejo. La estrella de la banca de inversión considera que Ana Botín, al echarse atrás con su fichaje, ha puesto fin a su carrera profesional pese a contar solo con 55 años, ya que no va a poder fichar por ninguna otra entidad.
Por tanto, lo que pide es una compensación por este perjuicio -y ya buscará otra solución para el bonus de UBS-. Pero, como siempre ocurre en estas situaciones, las cifras que pide Orcel y las que ofrece Botín están alejadas. Con la contratación del despacho español, el banquero italiano confía en poder llegar a un punto medio que satisfaga a las dos partes.