Vuelve la euforia al SIMA, pero los expertos alertan del agotamiento del ciclo
¿Estamos en una nueva burbuja inmobiliaria en España? La versión oficial de autoridades, bancos e inmobiliarias es que no, que estamos muy lejos de los niveles alcanzados en 2007-2008. Pero hay algunas señales claras de alarma. Una de ellas es que los promotores piden a los bancos que concedan hipotecas por el 100% de la vivienda. Si esa es la única medida para mantener la subida de los precios, ya sabemos cómo acaba -y Moody's ya está alertando de ello-. Mientras tanto, la euforia domina el sector, como se puede apreciar en el SIMA (Salón Inmobiliario de Madrid).
"Vuelven los stands de dos plantas y el jamón al SIMA. Y los precios de los stands se han ido a 120.000 euros", comentaba ayer en Twitter una conocida periodista inmobiliaria. Una muestra clara de los nuevos tiempos de vino y rosas que vive el sector. ¿Crisis? ¿Qué crisis?, se preguntan los principales promotores. Pero por la boca muere el pez, y sus declaraciones cuentan una historia muy distinta. Y preocupante.
Así, Félix Abádanes, consejero delegado de Quabit, se quejaba en el Foro MedCap de que los bancos no dan suficiente crédito para la compra de vivienda, en especial que el porcentaje del precio que financian (el famoso 'loan to value') es muy bajo. Su argumento es que la gente no tiene ahorros suficientes para pagar la entrada del piso por culpa de la crisis, y entonces necesita pagarlo todo con deuda. Y los bancos deben concedérselo; hay que volver a dar el 100% del precio o incluso más, como en la burbuja.
Tiene razón en lo de la escasez de ahorro por la crisis y los bajos salarios. Pero la solución no puede ser el hiperendeudamiento, porque sabemos cómo acaba: con la incapacidad para pagar las hipotecas y los créditos promotores, el aumento de la morosidad de la banca, la adjudicación masiva de inmuebles, provisiones a mansalva y, al final, quiebras, ampliaciones de capital y rescates.
De hecho, el Banco de España en su último Informe de Estabilidad alerta claramente del exceso de endeudamiento de los ciudadanos con menos recursos, algo que también critica el presidente de Deutsche Bank en España. Ahora bien, los bancos aprovechan esta situación para arrimar el ascua a su sardina -en un momento de rentabilidades bajo mínimos- y colocar hipotecas a tipo fijo (con unos intereses altísimo) a diestro y siniestro. Y cuando las promotoras y los bancos se ponen de acuerdo en inflar una burbuja, vaya si se infla.
SEÑALES DE FIN DE CICLO
Estas peticiones no son la única señal de que el ciclo se agota y necesita doping para seguir al alza. Una muy clara es la baja valoración de las inmobiliarias en bolsa, algo incomprensible para sus presidentes pero que demuestra que los inversores tienen la mosca detrás de la oreja. Y otra es la opinión de los expertos que saben de verdad del sector (y que exigen anonimato).
Uno de ellos asegura que hay que ser muy selectivo con la pléyade de socimis que cotizan en bolsa, porque hay poco grano y mucha paja. El propio sector considera que habrá consolidación de los jugadores menos rentables, como informa hoy Bolsamanía.
"Las buenas compras ya se han hecho, y ahora ya no quedan oficinas u hoteles baratos en Madrid o Barcelona. Su única esperanza es comprar caro y confiar en que los precios suban todavía más", señala este experto. Y respecto al residencial, lo 'prime' también se ha agotado, y lo 'subprime' (como la periferia de las ciudades) está poniendo unos precios que hacen inviable su compra para su público objetivo. Salvo que los bancos les den el 100% (o más) de hipoteca, claro.