La junta recurre al exdirector ejecutivo de Twitch tras un fin de semana en el punto de mira
OpenAI ha vivido un fin de semana de infarto. Tras la decisión del consejo de cesar a Sam Altman, hasta ahora director ejecutivo de la firma creadora de ChatGPT, las idas y venidas han sido constantes estos dos últimos días, pero se han saldado con un giro de guion que pocos podrían prever: la incorporación del exdirector ejecutivo de Twitch, Emmett Shear, como nuevo CEO de OpenAI tras fracasar el intento de reincorporar a Altman.
Así lo recogen 'Bloomberg' y 'The Information', que explican que el consejo ha dado un golpe sobre la mesa con la decisión de contratar a Shear, desafiando el llamamiento que habían hecho algunos inversores para restituir al derrocado Altman, que fue despedido por no ser "sincero en sus comunicaciones".
Sin embargo, la polémica no se ha detenido con ese movimiento, ya que más de 700 empleados (que representan cerca del 95% del total de 770 trabajadores de la firma) han amenazado con abandonar la empresa si la junta actual no dimite y restituye al ex director ejecutivo Sam Altman y al ex presidente Greg Brockman, según una información adelantada por 'Wire'.
"Sus acciones han dejado claro que es incapaz de supervisar OpenAI. No podemos trabajar para o con personas que carecen de competencia, criterio y cuidado por nuestra misión y nuestros empleados", destacan los trabajadores.
Lilian Weng, jefa de sistemas de seguridad de OpenAI, ha publicado en X, anteriormente Twitter, que más de 650 de los 770 trabajadores de la empresa han firmado la carta, y ha adelantado que "a medida que la gente empiece a despertarse, vendrán más".
El despido de Altman, que fue orquestado por el científico jefe de OpenAI, Ilya Sutskever, pilló a todos por sorpresa en Silicon Valley y puso a la compañía, valorada entre 80.000 y 90.000 millones de dólares, en el punto de mira. Y es que con él se fueron el presidente, Greg Brockman, que había sido degradado por el consejo, y también varios desarrolladores.
Parecía que Altman y Brockman estaban dispuestos a montar otra firma de inteligencia artificial que compitiese con OpenAI, lo que hizo que varios inversores de la compañía liderados por Microsoft, Thrive Capital, Tiger Global y Sequoia Capital instasen a la junta directiva a dimitir porque querían la vuelta de Altman.
Las negociaciones se sucedieron este domingo y muchos daban por hecho que Altman se reincorporaría al cargo, pero las conversaciones han fracasado a última hora y finalmente el consejo ha decidido seguir adelante con su 'desafío' y contratar a Shear, que renunció como director ejecutivo de Twitch, la plataforma de transmisión de juegos de Amazon, a principios de este año. Tras la salida de Altman había sido la jefa de tecnología Mira Murati quien había ostentado el cargo de forma interina.
Según apuntan las fuentes citadas por 'Bloomberg', los miembros del consejo de la startup con sede en San Francisco se pusieron en contacto con al menos dos ejecutivos de la industria tecnológica para que uno asumiera el cargo de CEO, y finalmente Shear se ha ganado la confianza de la junta directiva de OpenAI porque reconoce las amenazas existenciales que presenta la IA.
Y es que Shear, al igual que algunos miembros del consejo de OpenAI, tiene vínculos con el movimiento de altruismo efectivo escéptico de la IA, que ve los riesgos que plantea la IA avanzada. De hecho, Shear dijo en septiembre en un comunicado que está "a favor de frenar" el avance tecnológico en la inteligencia artificial.
Poco después de conocer la incorporación de Shear a OpenAI, el CEO de Microsoft, Satya Nadella, ha anunciado que tanto Altman como Brockman se unirán a la compañía para dirigir un nuevo equipo de investigación avanzada de IA.