Oliu ganó 1,7 millones en 2022 como presidente de Sabadell
González-Bueno tuvo una retribución de 2,47 millones como consejero delegado
El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ganó 1,767 millones de euros en 2022 por desempeñar su cargo, lo que supone un 5,46% menos que en 2021, cuando su retribución alcanzó 1,869 millones de euros, según el informe de remuneración remitido por la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Esta cantidad lleva incluidos los 88.000 euros de retribución devengada por el beneficio bruto de las acciones o instrumentos financieros consolidados, por lo que, en metálico, Oliu recibió 1,679 millones de euros, un 6,6% menos que en el mismo periodo del año anterior.
En el caso de César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell, la remuneración fue de 2,476 millones de euros, incluyendo 181.000 euros del beneficio bruto de acciones o instrumentos financieros consolidados y la remuneración por sistemas de ahorro. La cifra representa un 30,04% más que en 2021, cuando cobró 1,904 millones de euros.
En metálico, el CEO de Sabadell tuvo una retribución de 2,294 millones de euros, un 28% más frente a los 1,79 millones del mismo periodo del año previo.
En total, el Consejo de Administración de Banco Sabadell percibió una retribución ordinaria total de 7,219 millones de euros en 2022, una cifra ligeramente superior a los 7,17 millones de 2021, lo que se representa un aumento del 1,8% en términos comparables.
Asimismo, la remuneración media de los empleados del banco se situó en 63.000 euros en 2022, un 6,78% más en comparación con los 59.000 euros del ejercicio anterior.
La entidad, que presentó sus resultados el pasado mes de enero, cerró 2022 con un beneficio neto atribuido de 859 millones de euros, un 61,9% más que en el año anterior.
En el cuarto trimestre, el beneficio ha caído un 4,7% respecto al mismo trimestre de 2021, hasta 149 millones de euros, "impactado por el gasto de la aportación al Fondo de Garantía de Depósitos (114 millones de euros) y del pago del Impuesto sobre Depósitos de Entidades de Crédito (35 millones)", así como por el impacto de la multa por los problemas originados tras la "migración de la plataforma tecnológica de TSB, neutralizada parcialmente con el registro de indemnizaciones de seguros", según ha explicado la entidad.
