La compañía ha llegado a caer un 60% esta mañana
Norwegian se ha hundido más de un 30% en bolsa (ha llegado a caer un 60%) tras culminar su recapitalización tras la aprobación de la garantía crediticia estatal por valor de 3.000 millones de coronas noruegas (283 millones de euros). Esta recapitalización entrega el control de la compañía a los arrendadores de aviones y a los poseedores de bonos.
En los últimos días, los títulos de Norwegian se habían negociado muy por encima del precio de la emisión de acciones con descuento que se sumó a una conversión de deuda de 830 millones de dólares. Hoy se derrumban después de que la empresa haya confirmado que finalmente ha obtenido un préstamo garantizado por el Estado que la mantendrá a flote en los próximos meses, y que ha aumentado su capital social.
La compañía ha convertido un total de 12.700 millones de coronas noruegas (casi 1.200 millones de euros) de deuda en capital y ha establecido una "sólida" base de cara al futuro, aunque los próximos meses seguirán representando un desafío, según ha advertido.
"Ahora que podemos acceder a la garantía del préstamo estatal, podemos continuar transformando la compañía. Sin embargo, los meses venideros seguirán siendo desafiantes y con un alto grado de incertidumbre para la industria", ha asegurado el director general de la compañía, Jacob Schram.
En este sentido, ha señalado que la compañía tendrá que colaborar "estrechamente" con acreedores, ya que la empresa cuenta actualmente con "ingresos limitados".
Desde finales de 2018, Norwegian ha tomado medidas significativas para reestructurar sus operaciones y volver a la rentabilidad. La compañía estaba en camino de presentar un beneficio neto positivo en 2020, y este verano estaba previsto que fuera el "más sólido" en la historia de la compañía. No obstante, el brote de coronavirus y las restricciones de viaje a nivel mundial han provocado una caída sustancial de la demanda y un impacto en la situación financiera de la empresa.
"Además de asegurarnos de que la compañía sobreviva a esta crisis, nuestro objetivo ha sido que Norwegian tenga una posición fuerte en la futura industria de las aerolíneas, con una dirección y una estrategia claras. Esto asegurará operaciones sostenibles y una estructura que beneficiará tanto a los accionistas, como a los clientes", ha remarcado Schram.