La automovilística señala que no hay marcha atrás
La decisión de Nissan de echar el cierre a su planta de Barcelona es irrevocable, está estudiada y obedece a un problema de "sobrecapacidad", según ha explicado el presidente de la filial europea de Nissan, Gianluca de Ficchy. Ha señalado que "no hay alternativa viable" para el futuro de las instalaciones de la automovilística nipona en Barcelona, ni tan sólo "incluyendo las ayudas significativas de Gobierno y Generalitat".
De Ficchy ha explicado que la decisión "no se ha tomado a la ligera y se ha basado en un estudio de viabilidad económica", según un estudio que recoge Expansión. Por lo que, abunda, "la única alternativa fuera el cierre". Sobre los planes de bajar la persiana definitivamente, el directivo de Nissan ha informado de que ya se han iniciado las consultas con los trabajadores y el plan se mantiene para diciembre de 2020. Asimismo, ha desmentido que el coste del cierre de la planta sea de 1.450 millones de euros, una cantidad que dice no saber de dónde ha salido, aunque ha reconocido que "tendrá un coste significativo".
En una entrevista de 'El Periódico', el ejecutivo explica que el estudio de la viabilidad de la factoría se inició hace meses y se aceleró "a raíz de la decisión de Daimler de interrumpir la producción de la pick up Clase X que es estaba fabricando en Barcelona". "Esto nos ha llevado a acelerar todo el proceso", ha reconocido De Ficchy.
Añade que ya se ha iniciado un proceso de consultas encaminado al cierre de la planta y todas sus actividades, así como también Sant Andreu y Montcada y todas las funciones asociadas incluidas compras, investigación y desarrollo.