El fabricante japonés venderá su fábrica en San Petersburgo
Nueva espantada de un fabricante automovilístico de territorio ruso. Nissan ha anunciado este martes que abandonará Rusia y venderá todos sus activos en el mercado local, lo que generará un impacto negativo de 100.000 millones de yenes (más de 700 millones de euros) en las cuentas de la compañía japonesa, que, en cambio, ha decidido mantener el 'guidance'
El Comité Ejecutivo de Nissan ha aprobado este martes la venta de sus operaciones rusas a NAMI, el Instituto Central de Investigación y Desarrollo de Automóviles y Motores. Este acuerdo cubre las instalaciones de fabricación e I+D de la compañía en San Petersburgo y el centro de Ventas y Marketing en Moscú, que operará bajo un nuevo nombre.
La planta de Nissan en San Petersburgo comenzó a funcionar en 2009 y producía SUV como el X-trail y el Qashqai, con unos 43.000 vehículos salidos de la cadena de montaje en el año fiscal 2021. Tras suspender la producción en marzo, el plan era mantener la planta cerrada hasta finales de este año. La planta tiene unos 2.000 empleados, que se espera que se mantengan cuando se complete la venta.
Entre los gigantes automovilísticos japoneses, Toyota decidió cerrar su fábrica en Rusia en septiembre, mientras que Mazda está coordinando con su empresa asociada rusa la retirada de la producción. Mitsubishi Motors todavía tiene una planta conjunta en Rusia con el gigante automovilístico Stellantis.
Nissan ha sido noticia en los últimos días por una posible reducción de la participación de Renault en la compañía. Según ‘Reuters’, el fabricante japonés estaría pidiendo a su socio galo que redujese su participación hasta el 15% a cambio de que Nissan aceptara invertir en la nueva unidad de Renault que se está creando para albergar sus activos de vehículos eléctricos. Renault posee actualmente más de un 40% de la compañía nipona.