Después, dice, se limitará a dirigir los equipos de software y servidores
Elon Musk ha tomado una decisión. Ha anunciado que renunciará como consejero delegado de Twitter, aunque con 'condiciones'. Y es que dice que lo hará cuando encuentre a alguien "lo bastante tonto" como para aceptar el puesto.
El magnate acepta así los resultados de la encuesta que lanzó el pasado domingo entre sus más de 122 millones de seguidores en la red social, en la que preguntaba si debía seguir o no como CEO de Twitter. Votaron 17.503.391 cuentas, y un 57,5% lo hizo a favor de su dimisión.
Como es habitual en él, han sido días de tiras y aflojas, en los que Musk ha dicho que iba a cambiar las normas para que solo pudiesen votar en las encuestas las cuentas verificadas (las que pagan). Luego se mostró dispuesto a "aceptar los resultados", y ahora ha dicho cómo planea hacerlo.
Ha sido a través de un mensaje en Twitter: "Dimitiré como director general en cuanto encuentre a alguien lo bastante tonto como para aceptar el puesto. Después, me limitaré a dirigir los equipos de software y servidores", ha dicho.
I will resign as CEO as soon as I find someone foolish enough to take the job! After that, I will just run the software & servers teams.
— Elon Musk (@elonmusk) December 21, 2022
El anuncio de su marcha, que conociendo a Musk podría no llegar a producirse, llega casi dos meses después de que se oficializara el acuerdo de compra de la compañía por 44.000 millones de dólares. En este tiempo el multimillonario se ha visto en vuelto en más de una polémica a raíz de sus decisiones al frente de la red social. La última, la de suspender las cuentas de periodísticos críticos con él.
En cualquier caso, varios medios especializados explican que Musk ya está buscando activamente un posible director ejecutivo. 'CNBC' de hecho afirma que esta búsqueda no comenzó el domingo, sino hace muchas semanas. No se sabe si está buscando dentro o fuera de la propia compañía, que en cualquier caso ha quedado muy mermada tras echar Musk a la dirección anterior, despedir a cerca de la mitad de los empleados y tras la marcha de otros cientos de forma voluntaria ante las condiciones impuestas por el magnate.
Cabe recordar que el pasado mes de junio, antes de formalizarse la compra de la red social, Musk ya había filtrado que dirigiría la compañía durante "unos pocos meses", aunque parecía que no sería así dado el interés que Twitter le ha provocado desde su llegada. Habrá que esperar para ver cómo acaba este nuevo capítulo.
"¿QUIÉN QUERRÍA EL PUESTO?"
Aunque los expertos no han tardado en valorar el anuncio. Por ejemplo, Neil Wilson, analista de markets.com, destaca en su comentario diario que el tiempo que ha pasado Musk al frente de Twitter es escaso. "No creo que nadie pensara que dirigiría la empresa para siempre, pero dos meses es poco tiempo", dice. Sin embargo, a su juicio "el problema es que Musk ha creado tal caos en Twitter en las últimas semanas que ¿quién querría el puesto?".
"Como dijo Musk, no hay sucesor. Necesita a alguien alineado políticamente que también pueda recuperar a los anunciantes, en resumen, una situación de clavija cuadrada y agujero redondo". Bajo su punto de vista, "la encuesta fue una distracción: siempre estuvo planeando dimitir y parece que lleva tiempo buscando activamente un sustituto".
Por su parte, Victoria Scholar, jefa de inversiones de Interactive Investor, resalta que desde que tomó el timón de Twitter, Musk ha introducido "cambios drásticos y divisivos, como cobrar a los usuarios por el estatus de 'tick azul' verificado, centrarse en la libertad de expresión absoluta en lugar de la moderación de contenidos, despedir a altos ejecutivos, reinstaurar algunas cuentas controvertidas y prohibir enlaces a otras aplicaciones rivales de redes sociales".
Destaca esta experta que algunos de estos cambios "han provocado un éxodo entre los anunciantes, que se han desvinculado del sitio de microblogging", y aunque se espera que la empresa sustituya a Musk como consejero delegado, "es probable que el nuevo jefe coincida en gran medida con Musk en cuanto a su visión del negocio y, sobre todo, en su controvertido enfoque como absolutista de la libertad de expresión, haciendo de ésta una prioridad por encima de la moderación de contenidos y la eliminación de noticias falsas".