"Una tarjeta no es el medio para hacer algo opaco", se defiende
El exconsejero y exvicepresidente de Caja Madrid José Antonio Moral Santín, que gastó 456.522 euros con su tarjeta ‘black’, ha defendido en el Congreso que estas tarjetas se encontraban controladas, tanto a nivel interno de la entidad como a nivel fiscal.
“Las tarjetas se ha probado en el curso de la causa (judicial) que estaban contabilizadas”, ha dicho en relación al control interno de las ‘black’, un sistema de remuneración “compensatoria” para los consejeros de la entidad establecido en 1988 por una decisión del consejo de administración y al amparo de la ley de cajas que regía en el momento.
Moral Santín se ha intentado justificar durante su comparecencia ante la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera, el programa de asistencia y la quiebra de las cajas de ahorro diciendo que la Agencia Tributaria realizaba inspecciones en el banco, por lo que debía conocer este sistema de “compensación”. “Estaba perfectamente registrado en las inspecciones y eso se ha volcado en la causa (judicial)”, ha apuntado.
Según ha explicado, la remuneración de los consejeros de Caja Madrid estaba compuesta por seguros de salud y de responsabilidad civil, dietas y una “compensación por esfuerzo y dedicación”, que se materializaba a través de las tarjetas ‘black’.
Cuando un consejero se incorporaba al máximo órgano de administración de la entidad, ha relatado Moral Santín, el secretario del consejo le entregaban la tarjeta y el pin, lo que, en su opinión, demuestra que el sistema estaba “automatizado”.
“¿Tuve dudas? No”, ha señalado Moral Santín, que ha añadido que no le chocó “nada” que le entregaran una tarjeta, que es el medio de pago “más transparente y trazable”, frente al efectivo, que es más “opaco”. “Una tarjeta no es el medio para hacer algo opaco”, ha defendido.
Tras ser abroncado por la presidenta de la comisión y por los grupos políticos por su “lamentable” comparecencia, en la que no ha dado respuesta a sus preguntas, y su “falta de ética”, Moral Santín ha pedido disculpas. “No digo que (las tarjetas ‘black’) fueran legales, eso tendrá que decidirlo la vía judicial, pero me parecieron legales”, ha señalado.
Acusado de incongruencia al afirmar que las tarjetas eran un medio no opaco cuando él utilizó la suya para sacar gran parte del dinero, unos 367.000 euros, de cajeros, el exvicepresidente de Bankia ha justificado que “estaba establecido así”. “Yo tenía una cantidad a tanto alzado y disponíamos de esa cantidad a libre disposición”, ha aclarado.
En todo caso, Moral Santín ha defendido que ha abonado “todo lo que tenía que pagar a Hacienda, pues al día siguiente de conocerse el tema de las tarjetas ‘black’ realizó una declaración compensatoria, si bien ha confesado que, “visto lo sucedido”, no volvería a hacerlo.