Ya avisó el pasado mes de febrero de que llevaría a cabo esta actualización a la baja de la nota
Moody's ha rebajado en un escalón la calificación crediticia de Cimic, la filial australiana de ACS, hasta situarla en 'Baa3', aunque esta nota supone que la compañía sigue dentro del grado de inversión, así como con una perspectiva 'estable'.
La agencia de calificación ya avisó el pasado mes de febrero de que llevaría a cabo esta actualización a la baja de la nota, coincidiendo con el anuncio de Hochtief, la filial alemana de ACS, de que lanzaría una OPA sobre todo el capital que todavía no controlaba de Cimic.
Una vez la operación ha concluido, que ha supuesto la simplificación de la estructura corporativa de ACS, Moody's ha ejecutado esta rebaja, aludiendo al incremento de la deuda que Cimic lleva experimentando en los últimos años.
En concreto, señala que el impacto producido por la pandemia, sobre todo la rotura de la cadena de suministro de las materias primas para la construcción, las fuertes lluvias que han asolado el Este de Australia este año y la venta del 50% de su subsidiaria Thiess explica el aumento de la deuda.
En cualquier caso, la agencia de calificación también destaca los puntos positivos de la compañía para argumentar su permanencia dentro del grado de inversión ('Baa3'), como su posición consolidada en el mercado australiano y su diversificación de negocios.
"La profundidad y amplitud de los conocimientos técnicos y de gestión de Cimic son capacidades que le permiten ganar un alto nivel de contratos, particularmente los que implican escala y complejidad. Esto permite que la empresa se comercialice como un proveedor especializado de servicios en áreas clave como infraestructura, túneles, operaciones, mantenimiento y minería", justifica Moody's.