Entre la resurrección y el hundimiento definitivo
Abengoa pasó de estar casi quebrada a estar casi rescatada. La pregunta es en qué momento se encuentra ahora la compañía y si la balanza se inclina más hacia una resurrección o un hundimiento definitivo.
La respuesta a esta pregunta es complicada por muchos motivos. Primero, porque Abengoa puede considerarse una empresa opaca y poco clara a la hora de facilitar información a los accionistas. Segundo: porque hace mucho tiempo se convirtió en un chicharro que prácticamente ningún analista cubre.
Habrá que ver qué ocurre el próximo 26 de octubre, cuando entre en vigor el nuevo precio mínimo de cotización, en 0,0001 euros. Los títulos de Abengoa B (que son los que tienen la mayoría de minoritarios) llevan mucho tiempo bloqueados en el precio mínimo actual (0,01 euros). El nuevo límite por abajo implica que puede caer otro 99% adicional. “Hay mucha gente que va a vender como sea”, avisan fuentes del mercado.
Esta semana en Mercado Amigo, Abengoa: ante un baño de realidad que puede llevarle a los infiernos